Fiestas “heladerita”, la peligrosa tendencia entre los adolescentes mendocinos

Las fiestas “heladerita” son eventos privados que organizan los jóvenes, con difusión a través de las redes sociales, con alcohol y sin autorización del Ministerio de Seguridad

Fiestas “heladerita”, la peligrosa tendencia entre los adolescentes mendocinos.
Los jóvenes menores de 18 años se las ingenian para reunirse y divertirse en casas privadas ante la imposibilidad de ir a boliches habilitados. Una de las fiestas más comunes son las llamadas “heladerita”, que existen hace muchos años, pero se intensificaron luego de pandemia, con la prohibición de aglomeraciones y los bailes multitudinales.
Son organizadas por un grupo de adolescentes en una casa con la responsabilidad que eso conlleva para el dueño de la vivienda o en casas de fin de semana que alquilan para ese propósito y con el aval de algún adulto que firma el contrato. “Si los padres los dejan, lo organizan en su casa. También alquilan salones o hay algunos que lo organizan en baldíos y contratan seguridad”, contó a Diario UNO una joven de 15 años.
Cómo se organiza una fiesta “heladerita”
Uno de los puntos principales es que la difusión se realiza a través de las redes sociales, con el entorno de los organizadores y de sus amigos. Los interesados van confirmando y la dirección del evento se pasa por chat privado, para que no se masifique y puedan cancelarles la fiesta.
“Se organizan para hacer una fiesta y hacerte famoso o por tu cumpleaños. Se puede alquilar un salón o hacerlo en el patio de tu casa. Se sube a las historias de Instagram y tus amigos también lo suben y se van anotando”, comentó una adolescente de 18 años.
La menor de 15 años también confirmó que lo difunden con historias de Instagram y le pasan la plata al organizador por Mercado Pago. “Cuando pagás, que generalmente son $600 o $700, te incluyen en la lista, que es el formato que más se usa y un día antes suben el flyer en donde promocionan la fiesta y a continuación la lista con los que van a poder pasar y por eso hay seguridad, que controla el día de la fiesta”.

Flyer que suben los jóvenes a las historias de Instagram para que otros adolescentes se anoten a la fiesta.
La chica de 15 años contó que generalmente no entregan entradas virtuales porque no hay forma de controlar que los chicos no se las pasen entre sí. Aunque dijo que a veces hacen vouchers con entradas físicas y los organizadores ponen puntos de encuentro en los diferentes departamentos y dan las entradas.
Las leyendas dicen “cada uno debe llevar su heladerita con lo que va a tomar” y los jóvenes llevan su alcohol, hielo y los vasos. El dinero que juntan con el cobro de las entradas se utiliza para pagar al DJ, a la seguridad y en caso de alquilar lugar para la fiesta, los jóvenes pagan un importe más alto para contribuir con los organizadores.
Los chicos aseguran que tienen una fiesta con amigos por poco dinero, ya que no pagan todas las tasas que se cobra a cualquier salón o local bailable por la reproducción de música que tiene derechos de autor, conocidos como los impuestos de SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores), AADI (Asociación Argentina de Intérpretes) y CAPIF (Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas).

Los chicos aseguran que tienen una fiesta con amigos por poco dinero.
Cómo consiguen alcohol los menores
Las fiestas “heladerita” se denominan así porque los jóvenes llevan al evento las clásicas conservadoras que se usan para ir a un día a la montaña o de camping. Así pueden mantener fríos el alcohol y las gaseosas que compran con el hielo que luego utilizarán para tomar.
La Ley 24.788 prohíbe en todo el territorio nacional, el expendio a menores de dieciocho años, de todo tipo de bebidas alcohólicas, pero los jóvenes se las ingenian para proveerse por diferentes medios.
Por un lado, los super, hipermercados o mercados de cercanía están muy lejos de pedir los DNI a los adolescentes que van a comprar bebidas con alcohol.
También existen los delivery, que llevan por encargo al lugar indicado y cobran un mínimo de alrededor de $300 el envío. Cuando el repartidor llega a la dirección indicada, baja el pedido, cobra y continúa con su recorrido sin verificar la edad de los compradores. Además, en las reconocidas apps de delivery, se pueden agregar al carrito todo tipo de bebidas alcóholicas y pedirlas sin ningún tipo de control ni prohibición.

Cómo se desactivan las fiestas “heladerita”
Néstor Majul, subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Seguridad, dijo a Diario UNO que las fiestas “heladerita” son en ámbitos privados, normalmente no tienen conocimiento y pueden actuar solamente ante denuncias, que en la mayoría de los casos son por música elevada. Explicó que van junto a personal municipal, hacen un cese inmediato de acción y en caso de comprobar el consumo de alcohol en menores, se decomisa inmediatamente y ponen a los jóvenes a disposición del Juzgado de Menores o con los padres.
Con respecto a la venta de alcohol a menores, el funcionario dijo que el control es municipal y la mayoría de los departamentos tienen una ley con prohibición de expendio luego de las 22 o 23.
En caso de desactivar una fiesta privada, Majul aclaró que los responsables son los dueños de la casa, aunque sea alquilada porque el propietario debe saber el fin para el que va a ser utilizada vivienda. “A los responsables y a los dueños de los equipos de música también se les secuestra todo lo que es sonido. Y generalmente, lo que hacen los chicos cuando llegamos es decir quién organizó, generalmente es un mayor yese también es sancionado”, agregó el subsecretario.