El Gobierno provincial y los empresarios miran con recelo el “nuevo rol” del Mercado Central

Con la finalidad de bajar los precios y estabilizar el índice inflacionario, la Nación estableció que ese organismo bonaerense pueda importar en forma directa con arancel cero.

Tras el impacto que generó el último índice inflacionario del país, en el que Mendoza alcanzó un 8.9%, superando a la Nación que obtuvo un 8.4%, autoridades nacionales anunciaron, entre otras medidas, que el Mercado Central de Buenos Aires estará habilitado en el Registro de Importaciones, lo que permitirá importar en forma directa los productos con arancel cero.
Los anuncios, considerados por muchos como paliativos, no cayeron bien en el empresariado de Mendoza; más bien, fueron analizados como medidas para calmar una situación desenfrenada.
Pero no sólo el sector miró con recelo la propuesta, sino que desde el propio Ministerio de Economía de Mendoza advirtieron que se trata de una medida improvisada, incluso, agarrada de los pelos.
“El universo de los alimentos es muy grande. El Indec releva 400.000 productos mensuales, de los cuales, la mitad son alimentos, es decir, 200.000; en Mendoza se relevan 12 mil productos, de ellos 6 mil son diferentes tipos de alimentos, si uno quiere influir en ese índice hay que importar una variante de alimentos tan grande que es imposible. Por lo que esta medida no va a mover la aguja”, expresó Sebastián Laza, economista y asesor del Ministerio de Economía de Mendoza.
El profesional sumó al análisis la falta de divisas en el país y cuestionó la procedencia de los alimentos ya que si las distancias son largas se tendrá que pagar mucho dinero por el flete.
“Es una cuestión improvisada, tirada de los pelos, ineficiente, un delirio que no soluciona nada”, enfatizó.

Por su parte, el economista José Vargas, de Evaluecón, dijo: “Tener la posibilidad de estar en el Registro de Importaciones permite importar de manera directa con un arancel cero, es decir, que exista en el mercado la mayor cantidad de oferta sin ningún tipo de costo de intermediación, algo que no va a paliar el 8.4% y 8.9% de inflación que se alcanzó en abril. No se trata de una medida de fondo, más bien es un aliciente”.
En la cancha se ven los pingos
La finalidad por la que el Mercado Central de Buenos Aires asume este “nuevo rol”es para contrarrestar la presión en alza de alimentos, que en abril treparon a un ritmo superior al 10% según midió el Indec, convirtiéndose en uno de los tres rubros que más crecieron después de Educación e Indumentaria.
Ante los anuncios, Omar Carrasco, presidente de la Unión Frutihortícola Argentina, región Cuyo, manifestó que “como todas las decisiones que ha tomado el gobierno Nacional, la que concierne a la producción de frutas y verduras deja mucho que desear porque son medidas que no impactarán en el mercado local”.
“Traer un bulto de otra provincia a Mendoza sale carísimo, hay que pagar muchos impuestos y eso repercute directamente en el precio final. En la cancha se ven los pingos, hay que bajarse del caballo y caminar en el barro para ver cuál es la realidad del tema”, agregó.

La sequía ha sido una de las problemáticas que más ha afectado a la zona Central del país, pero también a la hora de remarcar el precio final influye mucho la especulación.
Por ahora, los empresarios están atentos a ver qué tipo de mercadería llegará a Mendoza, ya que no toda lo hará con precios accesibles, sobre todo, si se tiene en cuenta que no todos los alimentos que arriban a la provincia tiene como procedencia el Mercado Central, sino que existen otros frentes.
“Hay que considerar que el Mercado Central de Buenos Aires tiene una conducción tripartita, en la que tanto el gobierno nacional, provincial y la Ciudad Autónoma tienen injerencia, por lo que dependerá mucho de las negociaciones que se lleven de ahora en adelante”, añadió Vargas.
Por su parte, José Ávalos, operador frutihortícola, fue contundente al asegurar que “es un paliativo que no va a funcionar”.
El empresario agregó que los precios se manejan a través de las variables propias de la economía, que están dominadas por la oferta y la demanda.
“Hoy los verduleros están remarcando los bultos al 100% y si el producto baja, éstos tardan unos 5 o 7 días para disminuir los precios. En las verdulerías te cobran por las dudas, redondean todo. Hoy no hay valor de referencia, por eso el consejo, es que la gente camine y busque precios”, denunció Ávalos.

Qué pasará con la carne
Dentro de lo anunciado por Sergio Massa, que tiene como objetivo “defender el poder de consumo de las personas”, incluye los precios de la carne.
“En Mendoza no hay un mercado tan grande como el de Buenos Aires, como para que se pueda traer mercadería y generar un impacto en valor. La propuesta planteada no creemos que llegue a Mendoza porque no están los medios, nos encantaría, por supuesto, pero no tenemos mercado para que esta medida incida”, expresó José Rizzo, presidente de la Cámara de Abastecedores de Carnes de Mendoza.

Respecto a esto, Laza reflexionó: “La carne no la quieren traer de Argentina porque dicen que está cara, de dónde va a venir. En Chile no hay, si llega de Brasil o Paraguay hay que sumarle el flete. Esto implica gastar divisas, que no tenemos, en importar alimentos que se producen en nuestro propio país. Un delirio absoluto