En Villa del Rosario, Entre Ríos, se vieron obligados a desechar toneladas de mandarinas. Elvio Calgaro, directivo de la Federación Agraria, lamentó el impacto de la crisis económica en el sector citrícola.
En las últimas horas, se viralizó en las redes sociales la imagen de un camión desechando toneladas de mandarinas en Villa del Rosario, Entre Ríos. La veracidad del hecho fue confirmada por Elvio Calgaro, directivo de la Federación Agraria Argentina (FAA) y productor local, quien explicó que esta situación se debe “a la estrepitosa caída del consumo, consecuencia directa de la crisis económica que atraviesa el país”.
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En ese sentido, los productores locales, afectados por la crisis de producción de cítricos, tuvieron que tirar miles de kilos de mandarinas ante la imposibilidad de venderlas. “El costo de producción está entre $40 y $50 por kilo, un precio que no llega a ser cubierto”, explicó Calgaro.
En tanto, explicaron que la industria local está colapsada y sobrepasada en producción, sin la posibilidad de exportar debido a la falta de competitividad, lo que llevó al desperdicio de fruta.
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En declaraciones radiales, Calgaro explicó que la combinación de las recientes lluvias y el receso económico disminuyó el consumo de frutas. “Llegaron las lluvias, acompañadas justamente con el problema del receso económico. El poder adquisitivo de la gente se cayó, se desplomó. Eso es lo que nosotros notamos, y por lo tanto hay un poco más de fruta pero menos consumo”, indicó el citricultor.
Estiman que la mitad de la cosecha quedó sin colocar en el mercado debido a la disminución de la demanda
“Lo peor que le puede pasar a un productor es ver tirar su producción, porque detrás de cada mandarina hay mucho esfuerzo y sacrificio”, lamentó. “Esta fruta es perecedera, como el tomate, y si no se consume a tiempo, se pudre”, explicó Calgaro.
En este contexto, el dirigente de FAA remarcó: “Es lamentable porque estamos hablando de mandarinas criollas, las más apetecibles, y no se pudieron sacar al mercado a tiempo”.
Ante la saturación de las fábricas de jugo, que priorizan el procesamiento de naranjas, los productores se encuentran sin opciones viables. “Las jugueras están saturadas y dan prioridad a las naranjas, que cotizan mejor en los mercados internacionales”, señaló Calgaro. “Muchos productores están tratando de recuperar al menos el costo del gasoil, pero es una situación muy complicada”.
Además, Calgaro resaltó que la situación afecta directamente a los costos de producción. “Los aumentos continuos del gasoil y los impuestos incrementan los costos de producción”, indicó. “En este momento, tenemos montones de fruta en las propiedades que se están pudriendo porque no hay salida hacia el mercado y se vienen otras variedades”, explicó.
Finalmente, el directivo de la FAA también advirtió sobre el impacto a largo plazo. “Estamos en plena zafra, pero el mercado se vino abajo”, afirmó. “Si la situación no mejora, este problema puede extenderse a otras variedades de cítricos, prolongando la crisis en el tiempo”, concluyó.