La demanda fue de 44,7 kilos anual por persona, lo que se reflejó en un declive de la faena y la producción, según CICCRA. El volumen exportado creció 13,5%, pero ingresaron US$14 millones menos por la merma de los precios internacionales.
El consumo promedio de carne vacuna fue de 44,7 kilos anual por habitante en el primer semestre del 2024 y resultó 16,7% menor al registrado en igual período de 2023, según informó la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (CICCRA).
“Al considerar el promedio móvil de los últimos doce meses, el consumo aparente de carne vacuna por habitante quedó en 48,0 kg/año en junio de 2024. En relación a un año atrás la caída fue de 10,4%. En tanto, el promedio de los primeros seis meses del año se ubicó en 44,7 kilos por habitante por año y resultó 16,7% menor al registrado en igual período de 2023″, detalló el informe. De esta manera, el consumo de carne vacuna se ubicó en el peor nivel desde 2011.
En lo que respecta a la producción de carne vacuna, en los primeros seis meses de 2024, la industria frigorífica generó 1,49 millones de toneladas, lo que significó una caída de 10,1% interanual y una retracción de 168,1 mil toneladas de res con hueso.
En junio fue el equivalente a 232.000 toneladas res con hueso. “En la comparación mensual se observó una baja de 0,4% corregida por el número de días hábiles, explicada totalmente por el menor peso en gancho de los animales faenados. Y al contrastar con lo ocurrido en junio de 2023, surge una contracción de 22,1%, explicada en su totalidad por la disminución del número de animales faenados”.
En la primera mitad del 2024, un total de 359 establecimientos sacrificaron 6,556 millones de cabezas de hacienda. La comparación con el mismo período de 2023 arrojó un declive de 10,6%.
En junio, la faena de hacienda vacuna se redujo a 1,027 millones de cabezas, marcando el nivel más bajo en lo que transcurrió de 2024. Al comparar con el nivel de actividad sectorial de junio del año pasado, la contracción fue de 22,1%.
“Claramente, fue el factor climático el que explicó el paso de un pico a un valle de la faena de hacienda vacuna en apenas doce meses”, explicó el reporte.
En tanto, la participación de las hembras en la faena total continuó subiendo durante junio, llegando a 49,9%, el tercer registro más elevado para ese mes en 35 años.
El sacrificio de machos descendió 24,5% entre junio de 2023 y de 2024, totalizando 515,1 mil cabezas. La caída fue similar para novillitos y novillos, 24,6% y 26,8% anual, respectivamente.
Por su parte, la faena de hembras también experimentó una importante contracción en el sexto mes del año, equivalente a 19,5% interanual, con lo que totalizó 512,18 mil cabezas.
Pero cayó a menor ritmo que la faena de machos, razón por la cual su participación en el total subió al 49,9% y se ubicó 1,6% por encima de la de junio de 2023.
La cantidad exportada aumentó 13,5% interanual, pero ingresaron US$14 millones menos
En lo que hace a las exportaciones, CICCRA analizó el comportamiento de los primeros 5 meses, período en el que se certificaron un total de 259.000 toneladas de carne vacuna.
A pesar de la caída del 14,4% interanual y 5,5% mensual registrada en mayo, las exportaciones fueron 13,5% superiores a las registradas entre enero y mayo de 2023.
Puesto en términos absolutos, los embarques crecieron en 30,9 mil toneladas. Del total exportado, 83,4% correspondió a cortes congelados y 15,8% a enfriados. En tanto, las procesadas representaron sólo 0,8%.
Los ingresos totales fueron equivalentes a US$1.119,2 millones en los primeros cinco meses del 2024 y se ubicaron 1,2% por debajo de los generados en un año atrás, con una merma de US$14,1 millones.
“La caída de precio promedio más que compensó el incremento de la cantidad exportada entre los períodos analizados (-13,0% vs. +13,5%). De los ingresos totales, 69,2% lo generaron los envíos de cortes congelados y 30,4% los frescos, correspondiendo el restante 0,44% a las carnes procesadas”, indicó el informe.