El 29% de las pymes industriales y el 19% de las desarrolladoras de software tienen paralizados proyectos este año debido a la incertidumbre económica.
El 29% de las pymes industriales y el 19% de las de software tienen paralizados sus proyectos de inversión para 2024, con los que podrían haber generado unos 17.000 empleos, según datos correspondientes a la Fundación Observatorio Pyme (FOP).
La entidad, que lleva a cabo uno de los relevamientos del sector más detallado y prolongado del país, reveló que “la alta incertidumbre y los altos costos, junto con la dificultad para acceder a capital, agrupan los principales motivos del freno a la inversión productiva”.
El estudio advierte que “los proyectos de inversión productiva que no se pueden llevar a cabo son también generación de empleos e inserción laboral impedidas o, al menos, reducidas”.
Así, la FOP indica que, de acuerdo con sus propias estimaciones, “se podrían generar 17.000 puestos de trabajo adicionales si las pymes manufactureras y de software y servicios informáticos pudieran llevar a cabo sus proyectos frenados”.
Aún así, el reporte indica que, en abril de este año, el 27% de las pymes industriales consideraba que era un buen momento para invertir, lo que implicaba una mejora de 4 puntos respecto de febrero. En cambio para el 41% de las empresas de software era un momento propicio para desarrollar inversiones. En el caso de las industriales, el dato es 10 puntos menor que en 2023 y, en las tecnológicas, 20 puntos mayor.
A la espera del RIGI en la UIA
Los empresarios de la Unión Industrial Argentina (UIA) están a la espera de la reglamentación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) ya que el mismo podría abrir las puertas a algunas inversiones, sobre todo para las empresas grandes.
Esta semana, la Junta Directiva que integran representantes del interior del país abordó el tema aunque con reclamos para las pymes, que representan más del 90% de las firmas.
De acuerdo con la mirada de los industriales, “la reglamentación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) debe potenciar a la red de proveedores nacionales y reglamentarse a tal efecto, tal como plantea el espíritu de la ley”.
También reclamaron que se agilicen mecanismos antidumping contra las importaciones de Asia e insistieron en la necesidad de que se sancione una nueva ley pyme que compense a las unidades más pequeñas los beneficios que el RIGI le concede a las grandes.
Algunos proyectos en marcha
El régimen puede ser de interés para una docena de empresas que por tamaño tendrían capacidad de desarrollar proyecto de más de u$s200 millones como exige la normativa. Uno de los recientemente anunciados es el de grupo Techint, que procura instalar una fábrica de hierro para la construcción por u$s300 millones, según anunció hace un par de meses cuando se supo lo del RIGI.
Pero en rigor, a la gran mayoría de la industria que está constituida por pymes, el RIGI no le sirve, salvo que puedan formar parte de redes de proveedores de grandes corporaciones.
Así se espera que este viernes el Gobierno anuncie la reglamentación del programa que otorga estabilidad fiscal y cambiaria hasta 2038 cuyo objetivo será el de potenciar las operaciones del yacimiento de petróleo y gas no convencionales de Vaca Muerta. Tan solo ese proyecto implica una inversión de u$s30.000 millones en los próximos años.
Pero más allá de esos proyectos específicos y puntuales, no es de esperar que haya una explosión de inversiones, sobre todo desde el exterior. En eso juega en contra la historia reciente del país en lo que se refiere a ruptura de contratos y cambio de reglas fiscales.
En ese sentido, desde el Gobierno los funcionarios tratan de garantizar que el RIGI sea lo suficientemente sólido como para evitar que ante un cambio de administración no vaya para atrás. En cambio, asesores legales recomiendan hacer un uso acotado y puntual del plan para evitar potenciales juicios millonarios en el futuro.