La ministra de Seguridad sostuvo que “el Servicio Penitenciario mendocino cuenta con una capacidad instalada, en materia de metros cuadrados y tecnología, destacada a nivel nacional.
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Este martes, la vicegobernadora, Hebe Casado; la ministra de Seguridad y Justicia, Mercedes Rus; el director del Servicio Penitenciario, Eduardo Orellana, y la subdirectora de esa institución, Alejandra Llarena, encabezaron el acto por el Día del Servicio Penitenciario que se realizó en el Auditorio Ángel Bustelo. Durante el encuentro las autoridades otorgaron distinciones al personal que cumplió 25 años de servicio, destacando su dedicación y compromiso en la provincia.
Asistieron al acto: el subsecretario de Justicia, Marcelo D’Agostino; el subsecretario de Tecnología Aplicada a la Seguridad, Leandro Biskupovich; el director general de Relaciones con la Comunidad, Hernán Amat; el director general del Instituto Universitario de Seguridad Pública (IUSP), Alberto Rivero; el director general de Policías, Marcelo Calipo; el director general de Investigaciones, José Vega y el legislador David Saez. Además, participaron el intendente de Luján, Esteban Allasino y el secretario de Seguridad Ciudadana de Las Heras, Fabián Tello.
En su discurso, la ministra de Seguridad y Justicia enfatizó la trascendencia del Sistema Penitenciario para la seguridad provincial. Remontándose a la historia, Rus recordó que desde 1816, con San Martín, la gestión penitenciaria ha sido un pilar fundamental en Mendoza. “Me enorgullece estar hoy acompañando a toda la familia penitenciaria por su vocación y trabajo constante”, expresó destacando el compromiso de quienes integran la institución.
La funcionaria enfatizó que el Servicio Penitenciario no solo responde penalmente, sino que representa una pieza clave para garantizar que los liberados no reincidan en delitos, marcando así el verdadero propósito de la rehabilitación.
El sistema provincial, ubicado como el quinto en importancia a nivel nacional, fue resaltado por la ministra por su amplia cobertura y la avanzada infraestructura tecnológica y física. “Son 22 unidades penitenciarias en un sistema que ha ganado en metros cuadrados. Estos últimos gobiernos fueron los que más invirtieron en la construcción de infraestructura penitenciaria, con casi 80 mil metros cuadrados”, agregó Rus.
De esta manera, la ministra sostuvo que “ganar en infraestructura es ganar también en derechos, porque esto supone no sólo un mejor ámbito para los internos, sino también para quienes trabajan en el Servicio Penitenciario”. Agregó que además representa “la posibilidad de un sinnúmero de proyectos que hoy nos llevan a poder destacar el sistema de Mendoza”.
La funcionaria aseguró que estas iniciativas no solo fomentan la reintegración social, sino que fortalecen la seguridad pública al preparar a los internos para una vida fuera de las rejas. En ese sentido, celebró los convenios colaborativos con instituciones locales como la Municipalidad de Las Heras e Iscamen, que promueven la capacitación laboral de los internos.
Rus destacó el traslado de más de 1400 internos como un logro significativo. “Un mejor perfilamiento de los mismos facilita el trabajo de los agentes penitenciarios, pero también garantiza una mejor inteligencia penitenciaria y seguridad para la ciudadanía”.
En tanto que, Eduardo Orellana expresó que “en 1875, Mendoza fue la primera provincia que reglamentó lo que esperaba de las personas que por el accionar de la justicia debían ir a cárcel y qué esperaba de las personas que lo tenían que cuidar”.
“Hoy, al Servicio Penitenciario se le pide que participe activamente en la seguridad de los ciudadanos de la provincia. Cada vez que una persona se reintegra a la ciudadanía y no comete delitos, el objetivo se cumplió. Un delito menos, una víctima menos”, agregó.
Orellana hizo mención a los desafíos que enfrentan quienes trabajan al señalar que muchos de los privados de la libertad “provienen de la marginalidad, entendiendo a la marginalidad como poco acceso a la educación o nulo, mala alimentación, mala condición médica. Otras veces tienen adicciones y en otros casos tienen todo junto. Con esas personas, el personal penitenciario tiene que trabajar. Cuidar personas, educar personas no es una tarea sencilla. Necesita de un trabajo interdisciplinario”.
A modo de ejemplo sumó que “nuestro sistema de mantenimiento de las 22 instalaciones con que cuenta el Servicio Penitenciario, el sistema de deporte y el de formación, contribuyen a que logre su objetivo”.
Para finalizar, la ministra indicó: “Queremos un Servicio Penitenciario a la altura de lo que los mendocinos y las mendocinas merecen y esto no puede hacerse sino con un sistema consolidado, con infraestructura y tecnología a la altura pero sobre todo con un recurso humano, profesional y cuidado. Para lograr esos fines vamos a seguir trabajando para que el Sistema Penitenciario siga siendo ejemplo nacional”.