La camilla inteligente evita generar nuevas lesiones o empeorar las existentes.
Un médico mendocino creó un invento que puede aplicarse al deporte mundial.
El médico mendocino Alejandro Suvire inventó una camilla inteligente que se arma en menos de un minuto bajo el cuerpo del paciente sin tocarlo, y cuando lo hace evita generar nuevas lesiones o empeorar las existentes. En diálogo con Juan Suraci en Radio Andina, tras sumar su invento a Godoy Cruz Antonio Tomba, el médico expresó que “han estado en Israel, en Europa, en el Barcelona y que Boca ya tiene una camilla inteligente”.
“Fue feedback muy positivo e instantáneo. Levantamos a uno de los doctores del Tomba, en un segundo estaba en el piso y después estaba en el carrito”, contó sobre la incorporación de su invento a las filas del equipo mendocino.
Las camillas canasta se usaban en la Segunda Guerra Mundial.
El dispositivo fue bautizado como “camilla mecánica adaptable no convencional” y sirve para trasladar pacientes politraumatizados o en grave estado de salud aprovechando los reparos anatómicos de la espalda y las piernas, es decir, las curvaturas naturales que ofrecen el cuello, la zona baja de la espalda, las rodillas y los tobillos.
Una vez que se ha inmovilizado la cabeza y el cuello del paciente, con la colocación del collarín ortopédico y la sujeción de la cabeza con dos almohadones de goma espuma a cada lado de la cara, se comienza a armar el dispositivo.
A través de estos espacios libres que ofrece la anatomía humana se desliza una serie de tablillas de fibra de carbono que pasan por debajo del paciente y que luego se sujetan a un marco con unas fijaciones. Con un bastidor con tensores de acero inoxidable, se levanta el marco y por acción de la gravedad la camilla se arma sin haber tocado a la persona.