Mientras el sudeste asiático es azotado por una ola de calor; Rusia, Brasil y Medio Oriente sufren devastadoras inundaciones. En India, la temperatura llegó a los 43°C y en el sur de Vietnam la evaporación de los lagos provocó la muerte de miles de peces. Por su parte, en Kenia las fuertes lluvias y deslizamientos acabaron con la vida de cerca de 200 personas.