Hasta la fecha, al menos 100 personas han fallecido en las peores inundaciones de la historia de esta región y 128 siguen desaparecidas. Además, hay cerca de 370 heridos y 1,5 millones de damnificados. En Porto Alegre, desplazados han tenido que reubicarse en puentes peatonales con las pocas pertenencias que pudieron salvar y los servicios de rescate han tenido que parar sus actividades por nuevas lluvias.