Lo acordó Francisco Lo Presti con la ministra de Seguridad, Mercedes Rus. Se trata de ropa y calzado y otros bienes que producirán los internos
El intendente de Las Heras, Francisco Lo Presti y la ministra de Seguridad, Mercedes Rus firman el acuerdo por el cual el jefe comunal se compromete a comprar lo que produzcan los presos de los penales mendocinos.
Para que una idea productiva prospere no sólo hay que generar el producto, también hay que conseguir quien esté interesado en comprarlo. Eso es lo que logró el Gobierno este martes: luego de anunciar que un par de empresas empleará a presos de Almafuerte, acordó con el intendente de Las Heras, Francisco Lo Presti, que esa comuna comprará lo que produzcan los internos.
De esta manera, el jefe comunal invertirá $150 millones y se ahorrará $20 millones, según precisó al programa Medio Día de Radio Nihuil.
Este lunes, el gobernador Alfredo Cornejo anunció que ya comenzó una prueba piloto en el penal de Almafuerte para que los presos trabajen, a cargo de empresas privadas. “Los queremos trabajando en oficios concretos que permitan la resocialización posterior”, dijo sobre el proyecto.
Y adelantó que ya hay empresas de construcciones livianas que ofrecieron poner un taller dentro de la penitenciaría y pagarles el sueldo a los presos-trabajadores. “Eso es un gran aporte”, expresó el mandatario que acuña esa obsesión desde su primera gestión.
En el penal de Almafuerte funciona ya un taller en el que se emplean varios de los internos que se alojan allí.
En mayo del 2017 sancionó la ley para que fuese una obligación para esos internos estudiar o trabajar. En aquel momento eran 2.300 los presos que tenían esa obligatoriedad.
Ahora la ministra de Seguridad, Mercedes Rus, anunció que el intendente lasherino es el primer interesado en comprar lo que ya se produce en los talleres de San Felipe, en el penal de Boulogne Sur Mer, y lo que a futuro se genere en Almafuerte.
“Son bienes y servicios que los privados de libertad hoy fabrican en contextos de encierro. Eso es importante para el servicio, que ya viene trabajando y aumentando su facturación considerablemente en distintos talleres y trabajos. Y beneficia al municipio porque puede obtener eficiencia en cuanto a lo económico”, detalló la funcionaria.
Para graficar cómo ha ido subiendo la productividad de los internos que ya trabajan en los talleres de San Felipe, la ministra aseguró que han incrementado lo que producen “en un 300%” y aseguró que ese crecimiento les permite convocar a nuevos proveedores.
El traslado de los presos y la posibilidad de que puedan trabajar
En medio de la conferencia de prensa que se armó alrededor del acuerdo con Lo Presti, se la consultó a Rus sobre qué empresas serían las que emplearían a los internos y cómo se implementaría el futuro trabajo.
Ella aseguró que el reciente traslado de presos a ese penal de Cacheuta y la chance de que pueda aprender un oficio y reciban una retribución por eso se da por la nueva capacidad instalada que tiene esa cárcel.
“Almafuerte 2 tiene nuevos galpones de cerca de 600 metros cuadrados que nos van a permitir incorporar al privado de la libertad a contextos de áreas laborales. Poder capacitarlos en materia laboral, nos va a permitir aumentar cualitativamente y también en producción de más cantidad, todo lo que tiene que ver con el trabajo intramuros”, se proyectó Rus.
Sin dar nombres, aseguró que se trata de empresas que ya está instaladas y que a partir de esta posibilidad pueden generar trabajos a mayor escala.
La aspiración del Gobierno es que esas mismas empresas que empleen a internos del penal puedan, cuando el interno tenga salidas transitorias o recupere la libertad, emplearlos de manera formal.
“La externalidad positiva de este sistema se cumple si efectivamente esta persona privada de la libertad no sólo adquiera un oficio, sino que le permita eventualmente trabajar en otros lados, que directamente salga y tenga un lugar de trabajo puntual. Que esa persona cuando salga no tenga tiempo ocioso, sino que tenga un trabajo y algo de qué vivir”, asumió.