A un mes de realizado el anuncio y en medio de una fuerte recesión, desde el sector privado creen que la mejor inversión está en obras de agua, rutas y energía. Urgencia porque se liberen los fondos.
A un mes del anuncio del gobernador Alfredo Cornejo de que había obtenido el aval para utilizar los fondos de Portezuelo para otras obras, todavía no hay precisiones sobre qué se hará con ese dinero. Con luz verde en la Cámara de Diputados, pero sin acuerdo todavía en el Senado, la Legislatura aún no aprueba la adenda para liberar dicho monto para otro destino. En un contexto muy recesivo existe urgencia por la reactivación local que implicaría destinar dichos fondos a obra pública e infraestructura. La provincia nunca antes había contado con tamaña posibilidad.
Por otra parte, pese a los 1.023 millones de dólares, la inflación que también corre para esa moneda ya ha impactado en la pérdida de compra e imprime una mayor premura. En este contexto, todos los municipios han comenzado a realizar su jugada para quedarse con algo de esos fondos mientras los departamentos sureños se autoproclamaron “dueños” casi naturales. En medio de la puja, y a la espera de la aprobación legislativa (que se descuenta) desde el Gobierno trabajan en consensos, al tiempo que escuchan ideas.
Se han realizado reuniones con funcionarios y empresarios por este tema sin que haya más definiciones que la idea de utilizar el dinero en obras con capacidad de repago. Es decir que la inversión se pueda recuperar a través de una tarifa, un peaje o modalidades similares. En este punto, el sector empresario está de acuerdo con la posibilidad de multiplicar las posibilidades vía repago. “Creemos que eso es saludable para la economía para que no suceda como en experiencias similares que quedaron desfinanciadas”, expresó Gerardo Fernández, constructor y presidente de la Confederación de Pymes Constructoras (CPC).
Obras para atraer inversiones
Desde el sector privado también celebran que los fondos se utilicen en toda la provincia, más allá de que originalmente iban a destinarse a Malargüe, San Rafael y General Alvear. En este marco, existe en Mendoza una gran necesidad de infraestructura, que en la actualidad literalmente frenan inversiones o hacen que las empresas se vayan a otro lado. La más importante es la de energía, pero también están las relacionadas con agua, cloacas y rutas para apuntalar la logística.
En palabras del empresario de la construcción Marcelo De Blasi, sería “interesante que los fondos de Portezuelo se volcaran a obras de infraestructura para mejoramiento de la capacidad productiva y de transporte de la provincia”.TE PODRÍA INTERESAR
En coincidencia, Santiago Laugero, también al frente de una constructora y presidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM), expresó que los principales problemas para la inversión están asociados a las falencias de infraestructura y logística. “Es importante fortalecer a la provincia como la ruta Mercosur-Pacífico, así como pensar en el tema hídrico”, destacó el empresario.
No solo se trata de obras para aprovechar mejor el agua, sino también de saneamiento, ya que se trata de un paso clave para el desarrollo de cualquier región. En este sentido, Gerardo Fernández sumó que “si queremos ser una provincia productora e industrial, son claves las inversiones en gas, electricidad y caminos”.
En especial en función del renovado impulso que el Gobierno ha dado a la minería, ya que en este contexto hay rutas o caminos que podrían incentivar inversiones y recuperarse en el largo plazo a través de regalías. “Hay que hacer un programa importante de inversión en infraestructura que significa cloaca, gas, agua y electricidad”, puntualizó el referente de la CPC.
En la misma línea, De Blasi expresó que los fondos deberían ir a obras de transporte, espacios públicos y servicios debido a que las inversiones más grandes como minería o grandes obras hidroeléctricas entrarían dentro del Régimen de Incentivo General de Inversiones (RIGI) planteado en la Ley Bases II.
La importancia del repago de las obras es un punto para tener en cuenta. Sin embargo, también se hace hincapié en la necesidad de planificar para no despilfarrar fondos públicos. Ni los de Portezuelo ni ningún otro. Sobran ejemplos en la provincia de importantes inversiones en la reparación o reconstrucción de calles, rutas o caminos que pronto quedan destruidas debido a que no se hicieron previamente obras de cloacas, gas o reparación de cañerías; infraestructura clave para atraer inversiones.
Más allá de esto, la rápida utilización de los 1.023 millones de dólares es una esperanza del sector privado debido a la recesión que se vive. Solo la construcción cayó 40% en abril y el resto de las actividades viene por el piso, sin posibilidad de levantar cabeza en el segundo semestre. De este modo, la inyección que implicaría cualquiera de las obras mencionadas sería un alivio para el sector privado en general. En especial, si se tiene en cuenta que la construcción es un rápido reactivador de la economía con creación de empleo y llegada a diversas industrias asociadas.