El Club Sportivo Independiente Rivadavia chocó contra Unión, que terminó con dos expulsados, en un duelo lleno de situaciones accidentadas y cobros dudosos.
El Club Sportivo Independiente Rivadavia no pudo salir de los puestos de descenso, luego de caer 1 a 0 en el Parque ante el Club Atlético Unión, en un duelo de la cuarta fecha de la Primera División de Argentina 2024, lleno de polémicas y muy accidentado.
El Estadio Bautista Gargantini, de Mendoza, fue un hervidero por las decisiones arbitrales de Luis Lobo Medina y el VAR, que anularon un penal que el juez había cobrado para la Lepra por una mano, luego de revisarlo en la pantalla.
El único tanto del partido fue obra del uruguayo Adrián Balboa a los 18 minutos del complemento, luego de anotar el penal que a él mismo le había cometido Mauro Maidana, en otra decisión -cuando menos- dudosa, ya que en la repetición no se ve clara la falta.
El delantero tatengue definió al palo derecho de Gonzalo Marinelli, que cerca estuvo de contener la definición desde los 12 pasos.
En el primer tiempo, el Azul fue de mayor a menor. Parecía que se llevaba por delante a su rival, aunque los santafecinos fueron nivelando las acciones, en unos 45 minutos donde hubo pocas llegadas claras de ambos bandos.
En la segunda etapa llegaron las acciones más importantes, a medida que el ambiente se iba caldeando, tanto adentro como afuera del campo de juego. Minutos después del gol de Unión, Victorio Ramis se fue expulsado por una patada de atrás innecesaria cerca del área rival, también por llamado del VAR. Allí se generó una batahola que no pasó a mayores.
Desde entonces, comenzaron a darse los momentos de mayor fricción. Así fue que Bruno Pittón también vio la roja a los 27 por cortar un contraataque leproso; y lo propio ocurrió minutos más tarde, cuando Balboa le dio una piña a Palacios en una salida del lungo defensor.
Con uno más, los dirigidos por Martín Cicotello intentaron acorralar al rival y lograr el empate, pero los comandados por Cristian “el Kily” González se cerraron bien y pudieron bancar los trapos.