Que un niño o niña de 5 o 6 años moje la cama durante la noche es motivo de consulta muy frecuente en Pediatría. De hecho, si bien las cifras de prevalencia son variables, se estima que es una condición presente en entre el 7 y el 10% de los chicos de esa edad.

Es una condición -no enfermedad- que se da cuando niños mayores de 5 años presentan la emisión involuntaria de orina nocturna, siempre en ausencia de alteraciones orgánicas, ya sean congénitas o adquiridas. Y decimos ‘condición’ porque se presenta en niños sanos en general, sin otras enfermedades subyacentes, pero que deberían ya tener completo control de esfínteres durante la noche”, afirmó el Dr. Cristian Sager, médico urólogo pediatra, miembro del staff del Centro Argentino de Urología (CAU). “Si bien no suele revestir gravedad, se transforma en un problema quet genera mucha angustia, tanto en el niño como en la familia”

La afirmación fue hecha en el marco de la ‘Semana de la Concientización de la Enuresis Infantil’, que se conmemora del 5 al 11 de junio, y que tiene por objetivo acercar información a las familias para transmitir tranquilidad e indicarles cuándo deben acudir a la consulta con el pediatra. Sobre todo, cuando se trata de las enuresis más prevalentes, que son aquellas en las que el niño no tiene ningún otro síntoma en las vías urinarias bajas (también llamada monosintomática).

“Un niño de más de 5 años que tenga un episodio cada 2 o 3 meses, seguramente no requiera tratamiento, pero aquellos que presenten 1 o 2 episodios por semana, o 3 en dos semanas, sí deberían ser llevados a la consulta con el pediatra. En contrapartida, un niño que tiene un episodio cada 2 o 3 meses seguramente no necesite tratamiento y ya esté en una fase de resolución espontánea”, sostuvo el Dr. Sager, quien también se desempeña como urólogo pediatra en el Hospital Garrahan.

Aunque no están del todo claras las causas que favorecen la aparición de la enuresis, los especialistas coinciden en que se produce por una demora en la maduración en el control de los esfínteres, pero que también contribuyen a la producción de episodios la ingesta abundante de líquidos antes de ir a dormir, situaciones de estreñimiento (en las que los intestinos pueden ejercer presión sobre la vejiga y generar problemas de retención y de vaciamiento), estar cursando una enfermedad leve, cansancio o tensiones en la casa, y factores ambientales, sociales y familiares, como problemas económicos, fallecimiento de un familiar, nacimiento de un hermano, inicio escolar o rechazo en la escuela y abuso sexual, entre otros.

En el pasado se hablaba de enuresis de causa psicológica, pero los especialistas coinciden en que eso es un mito ya desterrado: ‘la enuresis nocturna primaria monosintomática no tiene una causa psicológica; en algunos casos podría verse empeorada por problemas emocionales o conflictos familiares, pero no es lo más frecuente’, afirman.

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