Las grandes cadenas se alían a los bancos y las billeteras virtuales para ofrecer días de descuentos de hasta el 50%. Preocupadas por la retracción de las ventas, ven un panorama difícil en lo que resta el 2024, pero se mantienen optimistas por la moderación de la inflación.
La fuerte recesión que vive la economía argentina sigue afectando al consumo masivo. En el mes de junio, la contracción de las ventas continuó y alcanzó los dos dígitos en términos interanuales. En ese contexto, los supermercados apuestan por ofertas agresivas, aunque reconocen que no logran ser suficientes.
Entre las estrategias que están utilizando para intentar mejorar el panorama, son las acciones de mailing y descuentos en precio. “Directamente estamos volcando todas las tácticas que por ahí nos vuelcan los proveedores a un determinado producto. Estamos haciendo acciones agresivas para captar y tratar de recuperar alguna unidad. No es posible aún, pero seguimos trabajando así en todas las cadenas regionales”, explicó Víctor Palpacelli, presidente de CAS (Cámara Argentina de Supermercados) a este medio.
Palpacelli admitió que aún se sienten inmersos en la contracción económica y que no se ve un repunte en el corto plazo, al tiempo que pidió “medidas que alienten al consumo”. De todos modos, hacia adelante, son optimistas producto de la baja de la inflación.
En cuanto a los medios de pago, se observa un incremento del uso del plástico por encima del efectivo y el débito. Sin embargo, aclaró que ve con “preocupación” esta tendencia. “El consumidor se está endeudando no para comprar electro, sino para consumo masivo. Eso desde nuestro punto de vista es alarmante, porque quiere decir que compromete a futuro sus ingresos”, sentenció Palpacelli.
Desde otra cadena -de las más importantes del país-, revelaron que apuestan a promociones “de todo tipo y color”. Entre ellas, se destacan los descuentos por unidad, por volumen, las bancarias, con billeteras virtuales, cupones de descuento para mantener la fidelización, 3×2 y más. “Venimos teniendo más de la mitad de los productos en oferta. Durante el fin de semana fueron casi 20.000. Hasta el año pasado, la cantidad de días de ofertas era de 3 días, hoy son cinco”, explicó uno de sus representantes.
También consultados por los medios de pago, agregaron que se está notando la utilización de compras en cuotas. En este sentido, los bancos y las billeteras virtuales están cumpliendo un rol fundamental. Un representante de la billetera de los bancos, en diálogo con este medio, reveló recientemente acuerdos con las grandes cadenas de supermercados para aumentar los días de promociones con descuentos de hasta el 50%. Allí, ambos actores buscan su beneficio en medio de la recesión: de un lado, aumentar las transacciones y en el otro mejorar el volumen de ventas. En ese sentido, ambos reconocen que hoy las promociones son fundamentales y la diferencia sin ellas en el volumen de ventas, se siente.
El panorama del consumo
Desde el INDEC hasta las consultoras, se refleja una caída del consumo en una economía que se mueve con un 70% del mercado interno. El organismo nacional de estadísticas recientemente presentó los resultados de ventas de abril en los supermercados, los autoservicios mayoristas y los shoppings. De acuerdo con el último informe correspondiente a abril pasado, los supermercados de todo el país registraron una facturación total de 1,33 billones de pesos, lo que dejó como resultado un crecimiento nominal del 246%. Si bien parece un número grande, lo cierto es que no fue lo suficientemente alto como para ganarle a la inflación. Cabe recordar que, entre abril de 2023 e igual mes de este año, el IPC avanzó 289,4%. De allí, se desprende que las ventas de los supermercados en realidad cayeron 17,6% en términos reales.
Si se analizan las ventas por rubro, se encuentra que la gran mayoría cayó en la comparación interanual con relación a la inflación. De hecho, ese fue el caso de los productos de almacén, que son los de mayor participación en la facturación total de los supermercados (el 29,1% de los ingresos se explican por ese ítem). Según el estudio, las ventas de productos de almacén aumentaron 259% en términos nominales (30,4 puntos menos que el IPC). También quedaron en desventaja los lácteos (282,4%), las carnes (212,8%) y las bebidas (218,5%), entre otros.
Una consultora que también mide consumo masivo es Scentia, la cual mostró que los números de mayo también pintan un panorama difícil. Según su informe, las ventas del total de canales se derrumbaron 10% en términos interanuales en el quinto mes del año, con una disminución de 10,5% en cadenas y 9,5% en autoservicios. De esta manera, la contracción general acumulada en 2024 hasta mayo roza el 8%. Hacia adelante, la perspectiva no es buena: “Si hay una mejora, será hacia fin de año, pero eso no modificará el cierre del 2024, que vemos negativo entre un 7% y un 8% respecto de 2023, a partir de pronósticos que con nuestros datos modelizan consultoras en economía″, afirmó el titular de Scentia, Osvaldo del Río.
Los supermercados, autoservicios y mayoristas ya registran más de cinco meses consecutivos de caída en ventas.
Un tercer relevamiento, ya del mes pasado y el más reciente, es el de Focus Market. De acuerdo a la consultora de Damián Di Pace, en junio los productos de consumo masivo aumentaron 4,7% mientras que el consumo cae más que los precios.
“La categoría de alimentos, luego de haber llegado a aumentos promedios interanuales de hasta el 300%, al mes de junio desacelera al 220%. Todas las empresas de consumo masivo proponen promociones, ofertas y descuentos para mover excedentes de stock, tanto en el canal mayorista como en el minorista. De cara al futuro, la expectativa es de menor caída en las ventas de categorías básicas con la mejora de la variación salarial frente a la inflación. Aunque hay que estar muy pendientes de la corrección de precios regulados de la economía, como tarifas de servicios públicos, y privados, como medicina prepaga, expensas, educación, TV, internet y cable, entre otros”, explicó Di Pace. Hoy la conclusión en todos los supermercados es la misma: la mejora real de los salarios, junto a otras medidas que alienten al consumo, serán la clave para repuntar la actividad económica.