El boxeador argentino se impuso por decisión unánime en Tokio y unificó los títulos FIB y AMB de la categoría Supermosca.
Un argentino más hizo historia este domingo. Se trata de Fernando Martínez, el boxeador argentino que escribió este domingo una nueva página dorada en el deporte. El Pumita se impuso ante el japonés Kazuto Ioka de forma unánime y unificó los títulos mundiales de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y Asociación Mundial de Boxeo (AMB) de la categoría Supermosca.
El púgil de La Boca, a los 32 años, brilló en el estadio Ryogoku Kokugikan de la capital de Japón y se quedó con el triunfo por amplio margen en las tarjetas, por 116-112, 117-111 y 120-108.
Fernando Martínez se consagró Campeón Mundial unificado de la categoría Supermosca.
El Pumita salió dispuesto a llevarse puesto a Ioka en los primeros rounds, incluso hizo tambalear en el primer minuto de la pelea a su rival. Sin embargo, desde el sexto asalto, el experimentado Ioka – campeón mundial en cuatro divisiones distintas –, cambió la postura y logró incomodar al boxeador argentino por momentos.
De todas formas, Fernando Martínez no dejó que se luzca y cerró bien varios de los asaltos finales, algo que influyó en las tarjetas de los jurados.
De esta manera, el Pumita se quedó con el triunfo por decisión unánime: Stanley Christodoulou falló 117-111, mientras que Edward Hernandez Sr dio 120-108 y Jean Pierre Van Imschoot, 116-112.
De esta manera, Fernando Martínez escribió una página dorada en la historia del boxeo argentino, siguiendo los pasos de leyendas como Pascual Pérez, Horacio Accavallo y Nicolino Locche.
“Pude lograr la historia como Accavallo como Pérez y Accavallo. Hoy tienen un campeón unificado: el Puma Martínez“, expresó el Pumita, a la par que agradeció a su familia y a la gente de Argentina. Martínez además cerró su festejo con una frase dedica a Boca (además de los colores de su pelo) en honor al equipo Xeneixe del cual es hincha.
Asimismo, Martínez destacó a su rival: “Un campeón de los campeones. Se notó el nivel y la experiencia. Tiré todo lo que di y se mantuvo parado. Dimos una batalla. Era lo que yo quería para que la gente se vaya feliz. La gente quiere ver guerra”.