El pago extra se puso en vigencia en septiembre del 2023 y continúa cobrándose hasta la actualidad. Para los beneficiarios es “injusto”, aunque para los profesionales es ético.

La crisis de la Salud Privada en Mendoza se destapó en septiembre del 2023. Fue en ese entonces cuando los médicos alzaron la voz y mostraron las vicisitudes que atravesaban con las prestadoras. Desde entonces, la batalla se libró, pero lejos de tener a un ganador, puso al paciente como único rehén del conflicto. Tras el aumento mensual del coseguro, impuesto por el sector, ahora el debate se centra en si el paciente debe o no pedir una factura.

Diez meses pasaron desde la primera vez que los médicos decidieron cobrar un “coseguro” para obtener un valor ético de la consulta. Si bien se creyó que era algo pasajero, permanece hasta el día de hoy y la “batalla” entre médicos y prepagas ya casi no existe, el aumento es mensual y está basado en el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

En septiembre, el valor de la consulta particular era de 6.000 pesos, en la actualidad, el importe ascendió a 19.0000 pesos. Este honorario puede ser absorbido por las entidades de medicina prepaga en forma total o parcial, y en caso de que la cobertura no sea total, el paciente deberá abonar la diferencia.

Los pacientes, rehenes de la Salud Privada

Este panorama que llegó para quedarse en Mendoza y que se ha replicado en todo el país se internalizó en la sociedad, sin embargo, no deja de generar un malestar en los afiliados, ya que no sólo tienen que pagar una cuota mensual de la prepaga, sino que también tienen que absorber el costo de un coseguro que, por lo general, van desde los dos mil a los seis mil pesos.

En un principio se habló de una negociación entre las entidades de Salud y los médicos, sin embargo, no prosperó por ser improductivas. A raíz de esto, se dispuso un aumento mensual del coseguro, basado en el índice inflacionario.

“Desde que se implementaron aumentos en las cuotas de los afiliados, las entidades médicas jamás reflejaron esos incrementos en los servicios médicos. Las cuotas se mantuvieron prácticamente estables debido a la regulación de la Superintendencia, mientras que los gastos crecieron de manera exponencial”, expresó Lodovico Palma, presidente del Círculo Médico de Mendoza y miembro de la Confederación Médica de Argentina.

Esta situación hizo que las consultas en los consultorios particulares disminuya considerablemente. Se habla de un 30%, pero el número podría ser mayor. “La gente no está dispuesta a pagar la cuota de la prepaga más un coseguro, por lo que decide no hacerse ver con el profesional, incluso, desiste a la posibilidad de comprar medicamentos”, manifestó Palma.

Asimismo, el profesional expresó que “se ha generado un aumento en la demanda de servicios públicos, lo cual se evidencia en la saturación de hospitales y entidades como PAMI, OSEP, entre otras”.

¿Es ético pedir la factura al médico?

Frente a la falta de negociación y acuerdos, las prestadoras recomendaron a los afiliados solicitar las facturas cada vez que abonaban un pago complementario y así lograr un resarcimiento económico que, en ningún caso, llega a ser del 100%.

Con el descontento por pagar la prepaga más el coseguro, muchos afiliados comenzaron a exigir la correspondiente factura, sin embargo, varios se llevaron una gran sorpresa.

“Tenía que realizarme un tratamiento de conducto. Al consultar si recibían mi prepaga, la secretaria respondió que sí, pero iba a tener que abonar un coseguro. Solicité la factura por ese pago extra y la respuesta fue que la profesional no emitía factura, ya que la prestadora le descuenta ese importe de su cuenta”, expresó Eduardo.

Al consultar si esta situación es normal, Palma explicó: “Si el médico atiende en su consultorio particular, no se hace factura cuando le cobran la diferencia entre el valor de la consulta médica y lo que reconoce la entidad prepaga. Ese importe que el paciente paga no es un coseguro, sino un bono complementario no reintegrable para llegar all valor ético de la consulta”.

“Realmente no todos los pacientes solicitan facturas, algunos sí y otros no. Cuando se les explica que la médica no otorga facturas por determinadas causas y circunstancias, muchos lo entienden y otros no”, advirtieron algunos profesionales.

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