El derrumbe de los salarios reales hizo caer a muchos trabajadores en la pobreza durante el último tiempo. Según la consultora W, el 78% de la población es de clase baja o media-baja.
El profundo deterioro de los salarios reales durante el último tiempo hizo caer a muchas personas, incluso con trabajo, por debajo de la línea de pobreza. En ese sentido, los ingresos necesarios para ser considerados de manera razonable como parte de una “clase media” se hicieron cada vez más inaccesibles para cierta porción de la población que suele autopercibirse dentro de dicho estrato social.
Según un análisis de la consultora W, basado en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) realizada por el INDEC en el primer trimestre de 2024, un 42% de la población argentina perteneció a la clase media en el inicio de este año. Sin embargo, de ese porcentaje la mayor parte (25%) correspondió a la “clase media-baja”, siendo el resto de “clase media-alta”.
De acuerdo con la estimación de la entidad que dirige Guillermo Olivetto, u$s900 (medidos al dólar paralelo promedio del primer trimestre) fue el ingreso mínimo mensual neto de un hogar de clase media baja. Mientras tanto, a partir de los u$s1.800 un hogar pasó a ser considerado de clase media alta.
Por otra parte, una familia con ingresos de entre u$s800 y u$s900 fue encasillada dentro de la “clase baja superior (no pobre)”. Asimismo, aquellas personas que se encuentran en situación de pobreza perciben un ingreso medio de u$s280.
De acuerdo con los parámetros de W, el 37% fue de clase baja “pobre” entre enero y marzo, y el 16% perteneció a la clase baja superior. Por ende, el 78% es de clase baja o media-baja.
Cabe destacar que el salario mínimo en la actualidad alcanza los $262.432, equivalente a casi u$s194, medido al cierre de la cotización del dólar blue de este lunes.
Olivetto aseguró en diálogo con LN+ que “se está poniendo en riesgo la identidad histórica que tenía la Argentina como un país arquetípico de clase media”. En ese sentido, remarcó el “shock” que atraviesan algunas personas que habitualmente se consideraban de clase media cuando se enteran que, a partir del creciente costo de la canasta básica, sus ingresos se encuentran debajo de la línea de pobreza.
Vale recordar que en el primer trimestre la pobreza llegó al 54,9% y la indigencia al 20,3% de la población, alcanzando cifras más preocupantes todavía en provincias del norte, y particularmente entre la población más joven.
Los salarios del sector privado mejoran, pero no logran recuperar lo perdido
Los salarios de los trabajadores asalariados registrados en el sector privado aumentaron en mayo 4,9% respecto de abril, ganándole así a la inflación por segundo mes consecutivo.
Aun así, los ingresos permanecen un 4,7% por debajo del nivel de noviembre, previo a la devaluación implementada por el Gobierno de Javier Milei a horas de su asunción. Asimismo, respecto de 2017 los ingresos están aproximadamente un 20% por debajo.