Taiwán realizó el martes ejercicios con misiles que simulan la intercepción de combatientes y municiones enemigos en un sitio de pruebas sensible, en momentos que busca reforzar su “efectividad de combate” ante la creciente asertividad de China.
El ejército taiwanés disparó misiles Sky Bow III, de fabricación local, y Patriot II estadounidenses, desde su base de Jiupeng en el sur de la isla.
Es la primera vez en más de una década que se permitió la presencia de periodistas a la base, sede del estatal Instituto Chung-Shan de Ciencia y Tecnología, especializado en el desarrollo de armas.
“Todos los misiles disparados hoy acertaron sus objetivos sin problemas. Demuestra (…) que el entrenamiento de nuestros oficiales y soldados es muy sólido”, declaró a periodistas el portavoz del ministerio de Defensa, Sun Li-fang.
Taiwán ha construido sostenidamente su capacidad defensiva en los últimos años, con grandes compras de armas y el aumento de su presupuesto de defensa para invertir en reformas militares y la fabricación de armas.
China considera que Taiwán, de gobierno autónomo, es parte de su territorio y ha intensificado la presión militar con el envío de drones, aviones de combate y buques navales alrededor de la isla.
Los soldados taiwaneses en tierra dispararon los dos tipos de misiles, mientras una fragata lanzó misiles RIM-66 Standard.
El coronel Kao Shu-li de la fuerza aérea dijo que el principal objetivo del ejercicio fue aumentar “la efectividad general de combate de la fuerza”.
“Tenemos la capacidad, confianza y determinación de defender nuestro país, de defender nuestro espacio aéreo”, agregó el teniente Cheng Yong-ru, quien participó en el simulacro.
El Ministerio de Defensa taiwanés reportó que en las 24 horas hasta la mañana del martes detectó cinco aviones y 11 buques chinos alrededor de la isla.