Con el recurso de transformar parte de los ingresos de bolsillo en bono que no se ajustan por inflación el gobierno “ahorra” unos $165.500 millones por mes.
A partir de septiembre los jubilados de la mínima cobrarán unos $304.540 en mano, lo que implica un incremento de 3% respecto del mes anterior. Se trata de un recorte del poder de compra contra una inflación de julio del 4%, que se proyecta a una cifra parecida en agosto.
Mediante el recurso de pasar una parte de los ingresos de los jubilados como “bono”, el Gobierno le estaría recortando unos $52.000 por mes a los beneficiarios de la base de la pirámide.
Se trata del bono de $70.000 que está congelado desde marzo de este año, que es para las jubilaciones mínimas y que tiene por objetivo que ningún beneficiario quede por debajo del salario mínimo. La realidad es que ese beneficio nació con el gobierno de Alberto Fernández, apenas se cambió la fórmula de ajuste.
Cuando el gobierno anterior derogó la fórmula de Cambiemos, que tenían un componente inflacionario y otro de evolución salarial, se pasó a una que combinaba ajuste salarial con recaudación fiscal. Al poco tiempo quedó en evidencia que el cambio representaba una pérdida respecto de la fórmula anterior y entonces el gobierno empezó a dar bonos para compensar.
No se puede eliminar el bono
Sea en el corto o en el largo plazo, el gobierno que sea no va a poder eliminar esa ayuda sin generar una pérdida importante a los ingresos de los jubilados de la mínima que alcanza a 3,8 millones. De modo que el bono está pasando a ser un componente habitual del ingreso de los jubilados, y que por lo tanto, debería ajustarse por inflación como lo hace el haber básico.
Según estimaciones del economista Hernán Letcher, director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), los jubilados de la mínima estarían perdiendo unos $52.000 por mes, lo que equivale a un “ahorro” de $165.500 millones mensuales. Es de recordar que son $3,8 millones de personas.
En función de la nueva fórmula, los haberes de septiembre van a subir un 4%, en línea con el incremento de la inflación de julio. El incremento incluye a las pensiones no contributivas y las asignaciones por hijo que perciben los empleados formales.
De esa manera, la mínima subirá de $225.454,42 brutos a alrededor de $234.540 en tanto que la máxima irá de $1.517.094,80 brutos a $1.578.234. Con los descuentos para el PAMI, quedan en mano $227.504 y $1.490.576. Con la suma del bono el de la base de la pirámide pasa a $304.450 pesos.
En otras palabras, mientras que los que ganan mas reciben incrementos que le ayudan a mantener el poder de compra, los de más abajo están perdiendo.