Desde la DGE alertaron que la problemática de las drogas es frecuente pero no es habitual. Los dispositivos para que los jóvenes no caigan en las adiciones
Las autoridades de la DGE trabajan para medir la dimensión del consumo de drogas y su impacto en las trayectorias escolares.
El caso de un joven que llevó droga a un establecimiento secundario en el Gran Mendoza, hace algunas semanas, alertó a todo al secundario y al sistema educativo, por lo que se desplegaron los protocolos de asistencia y de acompañamiento.
En estas situaciones un consejo escolar y de convivencia analiza qué hacer frente a una situación de riesgo para el menor y para sus compañeros que también se pueden ver afectados por la inserción de drogas en la Escuela o en ámbitos comunes.
Si bien la Dirección General de Escuelas (DGE) no tiene estadísticas advirtieron que es una problemática que se da en los jóvenes, a edades cada vez más tempranas y es una situación que pone en alerta a la comunidad educativa.
El Ministerio de Educación tiene varios mecanismos para abordar este tipo de situaciones que en su mayoría se presentan por cambios en la conducta de los adolescentes y afirman que el diagnóstico puede ser un llamado de atención o una trasgresión, pero también un síntoma del ingreso al mundo de las drogas.
El alcohol es la droga de mayor incidencia en la Argentina y entre los jóvenes.
Cómo se abordaban los casos de ingreso de sustancias o jóvenes con posibles consumos
Uno de los organismos que intervienen son los Servicios de Orientación Escolar (SOE) que son los que activan las guías de procedimiento, no sólo para hechos de este tipo, sino también para casos de acoso escolar, violencia intrafamiliar entre otros problemas que pueden estar afectando la trayectoria escolar del joven.
La directora del Servicio de Orientación Escolar, Graciela Rodríguez afirmó, “la escuela al ser un espacio de cuidado y de protección de derechos no es frecuente que se den estas situaciones como ingreso de estupefacientes. Lo que vemos con mayor frecuencia son alumnos que pueden llegar en estado de intoxicación o que presumimos que por su irritabilidad y conducta pueden estar teniendo un problema con este tipo de sustancias”.
“Si eso lo encontramos in situ, acudimos rápidamente a los servicios de emergencia o de salud para una rápida intervención, nos comunicamos con la familia y por supuesto si se detecta algún tipo de sustancia hacemos la denuncia a fonodroga”, detalló Rodríguez.
Esta semana, Las Heras derribó una casa en la que funcionaba un búnker de droga. Frente a la aparición de sustancias se hace la denuncia a fonodroga.
Foto: Prensa Comuna de Las Heras
Después viene un análisis de la situación concreta del desempeño del estudiante, si tuvo reiterancia en este tipo de conducta para decidir cómo será su continuidad.
“De ninguna manera se expulsa al estudiante, queremos que eso quede claro. Aquí se pone en acción lo que llamamos la escolaridad protegida, se privilegia la continuidad de la educación del estudiante con ciertos parámetros en los que debe estar comprometida la familia y al mismo tiempo tenemos que preservar al resto de la comunidad escolar”, afirmó.
En los casos en los que se constata que el alumno tiene un consumo problemático, es decir que no fue ocasional, sino que hay una afectación en la salud mental y un riesgo para la salud en general.
El consumo de drogas es un problema de salud mental
“Cuando hablamos de consumos estamos hablando de salud mental, por eso el abordaje debe ser desde ese punto. Nosotros hace algunos meses incorporamos con la Dirección de Acompañamiento Escolar (DAE) los equipos para establecer si son o no consumos problemáticos, no sólo de drogas y alcohol sino también de tecnologías y ponemos a disposición distintos abordajes para evitar que se agudice este problema”, puntualizó la responsable de la DAE, Carina Ganam.
Ganam, quien se incorporó a la DGE en esta gestión destacó que se está trabajando en mejorar el Sistema de Gestión Educativa Mendoza (GEM) para medir cuál es el impacto de los consumos en la trayectoria escolar, entre otras problemáticas.
Ante la consulta al Ministerio de Seguridad de cuántas son las denuncias que se hacen desde las escuelas por la aparición de estupefacientes tampoco precisaron ese dato.
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Creció el consumo compulsivo de drogas y alcohol en los jóvenes
Recientes diagnósticos del programa de Adicciones de Mendoza evidenciaron que los adolescentes toman en edades más tempranas con las sustancias como alcohol y drogas.
En años anteriores se veía esta prevalencia a los 15 años o a las 16, y actualmente hay un inicio desde los 10, incluso presentándose estas alertas en el secundario en los primeros años.
Además se presenta otro elemento, que es el consumo compulsivo, cada vez más frecuente y se está pensando en estas drogas, incluso en los momentos en que los menores están haciendo otras actividades, de ahí que tenga un devenir problemático.
Un reciente informe de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (Sedronar) mostró que el alcohol es la droga que mayor incidencia tiene en los hogares, luego le sigue el tabaco y los tranquilizantes, el cuarto puesto es para la marihuana y el quinto la cocaína.
La encuesta que se hizo en el 2022, después de la pandemia de coronavirus dejó en evidencia que el alcohol es lo que más se consume (el 66% de la población). El tabaco se ubica en segundo lugar con un 27,4% y los tranquilizantes en el tercer puesto con 31,3% y por último marihuana y cocaína.