No es tan complicado acabar con el crimen en la provincia. Sólo basta voluntad política.
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La inseguridad en Mendoza es una realidad palpable, que se abra paso a fuerza de violencia y muertes. Las crónicas policiales en los principales medios de la provincia no dejan mentir. Se trata de una espiral creciente de locura que no llevará a nada bueno.
Sin embargo, la política ha decidido trivializar el tema, utilizándolo políticamente. Unos y otros. Algunos más y otros menos, pero todos se han prendido en este perverso juego.
Ayer nomás, Omar De Marchi tuiteó que “Mendoza es la provincia más insegura de la Argentina”. Lo hizo desde su cómodo cargo en Buenos Aires, dentro del gobierno de Javier Milei.
Quien salió a cruzarlo fue Patricia Bullrich, también desde la comodidad de sus redes sociales: “Un funcionario debe manejarse con los datos concretos del Ministerio de Seguridad de la Nación y no por sus pasiones políticas“.
Para coronar el pifie, la ministra de Seguridad adjuntó un gráfico con los datos “en bruto” de la inseguridad en las diferentes provincias. Agregando confusión a la confusión.
Quien puso la situación en contexto fue el titular del PRO Mendoza, Gabriel Pradines: “De agosto a hoy hemos tenido 11 homicidios. Si tomamos solo estos 40 días, la proyección para este segundo semestre indica una tasa de 2,475. Junto con Buenos Aires, (Mendoza) es la tercera provincia con más asesinatos”.
Como suele decirse, las estadísticas pueden acomodarse a cualquier tipo de necesidad, sobre todo a la hora de ganar un debate. Según el cristal de Bullrich, Mendoza no aparece entre las provincias más complicadas a nivel inseguridad; de acuerdo a la visión de Pradines, sí. Y ambos podrían tener razón. Pero la situación es más compleja, y escapa a la lógica de las redes sociales.
El que “la vio” es el concejal de Unión por la Patria Martín González: “En solo 40 días, Mendoza ya registra un 20% de los homicidios del año pasado”, sostuvo. Y ese es un dato irrefutable. Que no debe escapar a la discusión de marras.
Entre las principales preocupaciones de los ciudadanos de a pie, la inseguridad tiene un lugar preponderante. Básicamente porque pone en juego la vida de las personas. Por eso, al hablar livianamente de dicha problemática, la política no sólo comete un grave error, sino que muestra que no está a la altura de las circunstancias.
Lo mismo cabe a los “grandes” medios de Mendoza, que aprovecharon para “pegarle” a De Marchi en lugar de cuestionar la enorme cantidad de hechos delictivos que vive la provincia en estas horas.
Hay nombres y apellidos detrás de cada uno de ellos. Personas que vieron truncados sus sueños por la ineficiencia de los funcionarios de turno. Asesinados en los últimos 40 días, a razón de una muerte cada 3 días. Para quien no los recuerde:
1- Luisa Jacinta Coria, de 66 años, Las Heras, murió de un disparo, se cree que se le pagó un sicario.
2- Guillermo Quintero, de 22 años, Godoy Cruz, disputa por droga.
3- Emiliano Joffre, 34 años, en Las Heras, disputa entre vecinos.
4- Luciano Videla, de 15 años, en Ciudad, disputa por venta de estupefacientes.
5- Antonio Sepúlveda, de 77 años, Godoy Cruz, víctima por robo.
6- Carlos Emanuel Aguilera, 29 años, Godoy Cruz, disputa por venta de drogas.
7- Abel Jonathan Aparicio, 28 años, de Luján, disputa entre vecinos.
8- Héctor Enrique Pelayes, 60 años, en Guaymallén, policía retirado, entraron a robar a su vivienda. En el hecho, murió.
9- Roberto Pereira, de 36 años, uno de los delincuentes que murió.
10- Darío Pereira, 35 años, en Ciudad, murió por una balacera.
11- Alex Gonzalo Díaz (17 años) recibió tres tiros en la espalda mientras estaba en la vereda de su casa con un amigo.
Más allá de la demagogia de los políticos, de un lado y del otro de la grieta, los vecinos de los diferentes departamentos de la provincia ostentan la urgente necesidad de combatir la inseguridad.
El gobierno de Alfredo Cornejo aún no parece caer en la cuenta. Utiliza casos aislados para hacer creer que logra contener el delito. Pero nada que ver. Diario Mendoza Today explicó cuáles son los tips sobre los cuales se debe trabajar para terminar con la inseguridad en la provincia. Es complicado, sí, pero no tanto.
“Hace falta planificación a nivel estratégico. La visión está puesta en lo estadístico, 6 allanamientos de martes a sábado, no importa lo mucho o lo poco. Y rara vez se escala, porque escalar es difícil. Más fácil es decir ‘hicimos 700 allanamientos por año’”, explicó un experto en temas de Seguridad a este diario. Porteño él.
Y añadió un dato crucial: “Rara vez miraron fuera de los bunkers, quién llega con droga, quien recibe la guita. Sólo se ataca a la parte fungible porque es lo más fácil, pero no hay visión desde lo policial para subir. No tienen que reventar solo el bunker sino al que maneja el bunker, a quien le llega la guita, a quien la administra”.
Mendoza Today puso el foco en toda esa parte de la trama cuando reveló el funcionamiento de las “cuevas” Stefano Canella, oportunamente disfrazadas de joyerías. Ello fue sólo un botón de muestra de cómo se blanquea el dinero de la venta de droga. También, dicho sea de paso, un incipiente negocio: el contrabando de oro a Chile, proveniente de Buenos Aires.
Basta posar las miradas en personajes que son sólo testaferros de otros más poderosos. Franklin Núñez y Marcelo Bastias son dos de ellos. También los Bazán, padre e hijo. ¿Para quién trabajan? ¿En qué empresas aparecen sus nombres? Ahí está la clave.
El lavado se motoriza en los lugares más insólitos, como puntuales boliches bailables que ya ha señalado este medio, muchos de ellos en Guaymallén. Sus nombres, que también se revelaron, encubren a importantes narcos y lavadores.
También en una parrillada ubicada en calle Primitivo de la Reta. No casualmente la misma vereda que el hotel Huentala, cuyo dueño es otro cuevero conocido. Todo está ahí, a la vista. Sólo falta voluntad política.