En las montañas de Cajamarca, en el noreste de Perú, un vivero salva a millones de abejas de morir por falta de alimento. Quince mujeres convirtieron un pequeño fondo no reembolsable en una modesta pero exitosa iniciativa de adaptación a la crisis climática.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *