Resaltan que incrementaría las exportaciones a este destino y que podría ser el primero de nuevos acuerdos bilaterales. En el Coloquio de IDEA se planteó que es inminente que se concrete.
Uno de los paneles de la primera jornada del 60° Coloquio de IDEA (Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina), abordó como Argentina puede lograr una posición estratégica en el escenario global y se mencionó la firma casi inminente del acuerdo del Mercosur con la Unión Europea. Desde la industria vitivinícola entienden que esto podría ser muy beneficioso para el sector.
Marisa Bircher, ex secretaria de Comercio Exterior y fundadora de Biglobal Group, fue una de las participantes de ese panel y habló sobre la agenda de inserción estratégica en el mundo, con la mirada de ex funcionaria y de empresaria. Entre otros puntos, analizó cómo ha funcionado el Mercosur, reconociendo que hay quienes consideran que, lejos de motorizar las relaciones comerciales, ha funcionado como un ancla. Y si bien coincidió en que no ha logrado todavía “tomar vuelo comercial”, atribuyó esto a decisiones políticas no efectivas.
También advirtió que las exportaciones están concentradas en tres provincias (que representan el 70% de las ventas al exterior), en cinco mercados y en las empresas grandes, que son las que acaparan el 80% de las operaciones, mientras el 20% restante tiene una alta rotación. Por otra parte, resaltó que Argentina llegó a tener 16 mil compañías exportadoras y hoy son apenas 9 mil.
Entre las propuestas que apuntan a mejorar este panorama mencionó que se debe revitalizar el Mercosur y las relaciones internacionales, y señaló que la firma del acuerdo con la Unión Europea se viene negociando desde hace 28 años y, si bien se cerró en 2019, desde entonces se sostuvieron las negociaciones y estaría por firmarse. Consideró que esto podría suceder en el G20, en noviembre –el presidente Javier Milei ya confirmó su participación-, o en la Cumbre de Presidentes en Montevideo, en diciembre. Esto implica que pasaría por el Congreso, donde se debe votar por sí o por no, sin posibilidades de modificación.
Bircher resaltó que esto incrementaría las exportaciones de todas las provincias argentinas, porque desmantelará los aranceles de importación. Además, permitirá insertarse en cadenas de valor de la Unión Europea, lo que implica desafíos en materia de calidad, y avanzar con otros países europeos, hasta alcanzar casi todo el continente.
Juan Schamber, vicepresidente de Bodegas de Argentina, quien asistió al coloquio, expresó que desde la entidad creen que es algo beneficioso que Argentina se abra al mundo. Y sumó que un tratado de libre comercio como este tendrá un impacto positivo para todos los sectores y particularmente para el vino.
“El vino lo que necesita es abrirse al mundo. Nuestro mercado es el internacional. Argentina tiene vinos de excelente calidad, brillantes profesionales, tiene un clima espectacular para la vitivinicultura. Lo que necesitamos sí o sí es exportar cada vez más. Los tratados de libre comercio nos van a ayudar”, planteó.
Analizó que se deben reforzar mercados clave para el vino, como Estados Unidos, Canadá e Inglaterra, pero que el acuerdo con la Unión Europea va a ayudar la industria a llegar más a los mercados del Viejo Continente, como también a que Argentina pueda firmar otros tratados de libre comercio. “Creemos que este puede ser el inicio, el primero de muchos convenios bilaterales”, indicó.
Schamber resaltó que hace muchos años que Bodegas de Argentina trabaja para la firma de este acuerdo, por lo que tienen una gran expectativa de que se pueda concretar lo antes posible. Sin embargo, también advirtió que un tratado de libre comercio no va a implicar que las exportaciones crezcan en forma inmediata. Por el contrario, se trata de un trabajo a mediano plazo. Pero también mencionó que hay un caso paradigmático, que es el de Chile, que cuando firmó el tratado de libre comercio con China, sus exportaciones de vino crecieron exponencialmente.
En cuanto a si existe alguna inquietud ante la posibilidad de que ingresen vinos europeos al país, con otra carga impositiva, afirmó que Argentina necesita competir. “La competitividad es un debe para el país. Nosotros estamos convencidos, y así lo demuestran las noticias prácticamente cotidianas, que tenemos vinos de excelente calidad. Casi todos los días hay una noticia de que algún vino argentino gana un premio en algún concurso”, comentó.
Reforzó que la calidad de los vinos es muy buena, como también la de los profesionales que trabajan en la industria, el clima, el suelo. “La naturaleza está acompañando a Argentina. Por eso, nosotros creemos que la competencia tiene que ser justa. Y las bodegas van a tener que hacer mucho trabajo también. Creemos que puede ser todo ganancia”, concluyó.
Por su parte, Ramiro Barrios, directivo de Wines of Argentina y de Bodegas de Argentina, coincidió en que este acuerdo de libre comercio es muy positivo para la vitivinicultura, porque Europa es un gran mercado consumidor de vino. “Actualmente, alrededor de un 28 a 29% de las exportaciones argentinas van a este destino, pese a que Argentina paga ciertos aranceles, que no son en todos los mercados iguales, pero son del 8% al 11%”, precisó. Esto, resaltó, significa una gran diferencia con Chile, por ejemplo, que tiene un tratado de libre comercio firmado desde el 2005.
“El poder llegar al mercado europeo con un arancel menos permite, entre otras cosas, tener más capacidad de promoción. Digamos, un 10% del valor CIF de los productos que llegan permite generar un fondo de marketing que podría ayudar a la promoción de nuestros vinos en el mercado europeo. Entonces, sin duda, es una forma de mejorar la competitividad de nuestro producto en la góndola y equipararnos a otros mercados”, destacó.
Barrios aclaró que, normalmente, estos acuerdos se van concretando en etapas y que las desgravaciones no se producen de un día para otro, sino que son graduales. Pero afirmó que, sin duda, es una muy buena noticia.
“Y con respecto a la posibilidad de que vengan vinos europeos a la Argentina, entendemos que es bueno. Los vinos argentinos son de muy buena calidad, muy competitivos. No creo que pierdan mercado. En definitiva, lo que va a facilitar va a ser la posibilidad de que los consumidores puedan tener una oferta más diversificada de productos en Argentina. En el balance neto, creo que sería muy positivo para nuestra industria”, sostuvo.