Un nuevo brazalete estimula los nervios con el fin de restablecer las conexiones con el cerebro, ayudando a mejorar sus funciones motoras
Un nuevo dispositivo portátil está revolucionando la rehabilitación de pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular (ACV), permitiéndoles recuperar movilidad en brazos afectados mediante la estimulación de nervios. Este brazalete, creado por la empresa emergente Neubond, se presenta como una solución discreta y flexible que puede ser integrado fácilmente en la rutina diaria de los pacientes.
El dispositivo está compuesto por electrodos que se colocan en la parte superior del antebrazo y detectan los comandos musculares. A través de estos electrodos, el brazalete estimula los nervios con el fin de restablecer las conexiones con el cerebro, ayudando a los pacientes a mejorar sus funciones motoras. Al proporcionar esta estimulación, se busca que el cerebro reorganice sus vías neuronales, lo que facilita la recuperación del control de las extremidades afectadas por el ACV.
En un estudio reciente, los resultados del uso del brazalete Neubondhan sido alentadores, mostrando una notable recuperación en la flexibilidad y control de los brazos afectados. Tras solo ocho sesiones, pacientes que anteriormente presentaban una rigidez extrema en sus extremidades experimentaron avances significativos.
Un caso destacado es el de Lisa Vincent, quien, después de usar el dispositivo, pasó de tener el brazo izquierdo completamente rígido a poder doblarlo y controlarlo con mayor precisión. Vincent relató emocionada a Reuters cómo, gracias a su progreso, pudo sostener a su nieta por primera vez en meses, un logro que consideraba imposible antes de comenzar con el tratamiento. Este tipo de avances subraya el potencial del brazalete para transformar la vida de los pacientes, al ofrecerles una mayor independencia y capacidad para realizar actividades cotidianas que antes les resultaban inaccesibles.
“Mi nieta tiene 8 meses y solo podía sentarse en mi regazo porque no podía sostenerla. Pero hace tres semanas, mi hija la puso en mi regazo y la sostuve con este brazo porque sentía que tenía el control de la muñeca y suficiente confianza”, contó Vincent. Este avance le permitió a Vincent no solo recuperar una función física, sino también reconectar emocionalmente con su familia, lo que resalta el impacto que el brazalete tiene en la calidad de vida de los pacientes. “Esa noche lloré hasta quedarme dormida. Fue increíble poder hacer eso”, concluyó.
Este tipo de testimonios refleja el profundo efecto que puede tener la tecnología en la rehabilitación, devolviendo tanto la movilidad física como la confianza emocional a los pacientes que luchan por recuperar su independencia.Lisa Vincent usando el brazalete mientras narra su experiencia (Captura de video)
El desarrollo del innovador brazalete ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto de Neubond, una empresa emergente fundada por Jumpei Kashiwakura y Patrick Sagastegui Alva. Con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por accidentes cerebrovasculares, la empresa ha trabajado en colaboración con un grupo de apoyo a pacientes con ACV en Londres, cerca del campus del Imperial College de Londres.
A lo largo del proceso de desarrollo, los creadores se han centrado en diseñar un dispositivo que no solo sea efectivo, sino también fácil de integrar en la vida cotidiana de los pacientes. Gracias a las pruebas realizadas con voluntarios del grupo de apoyo, han podido perfeccionar el brazalete, asegurándose de que cumpla con las necesidades de los usuarios reales. Este enfoque colaborativo ha sido clave para optimizar el funcionamiento del dispositivo y garantizar que su diseño sea accesible, cómodo y compatible con las rutinas de rehabilitación existentes.
El principio clave detrás del brazaletees la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para adaptarse y reorganizarse después de una lesión. Tras un accidente cerebrovascular, muchas personas pierden parte de la conexión entre su cerebro y los nervios que controlan sus extremidades. El dispositivo de Neubond trabaja precisamente en este punto: al estimular los nervios de manera repetida, promueve la creación de nuevas vías neuronales que permiten restablecer el control sobre el brazo afectado.El dispositivo diseñado por Neubond muestra éxito en sus primeras pruebas (Captura de video)
El cofundador de la compañía Jumpei Kashiwakura, explica que el dispositivo facilita este proceso al “recablear” el cerebro, enseñándole nuevas formas de activar los músculos. De esta manera, los pacientes no solo experimentan mejoras temporales, sino que pueden lograr una recuperación a largo plazo de sus funciones motoras. Este avance en la comprensión de la neuroplasticidad y su aplicación mediante dispositivos portátiles representa un enfoque innovador y prometedor para la rehabilitación de pacientes con ACV.
El éxito no solo ha sido reconocido por los avances tecnológicos y médicos de su brazalete, sino también en el ámbito empresarial. La empresa fue seleccionada entre los cinco finalistas en el Venture Catalyst Challenge (VCC), una prestigiosa competición organizada por el Imperial College de Londres. Este programa tiene como objetivo apoyar a startups y exalumnos del Imperial College en el desarrollo de ideas innovadoras con potencial para ser comercializadas a gran escala.
El Venture Catalyst Challenge ofrece a los equipos seleccionados la oportunidad de participar en un programa intensivo de tres meses que incluye talleres, entrenamiento personalizado y reuniones con expertos en diversas áreas. Al final de este proceso, los cinco finalistas compiten por el Gran Premio de USD 25.000, en una competencia en la que el fondo total de premios asciende a USD 130.000, lo que convierte al VCC en el concurso universitario más grande del Reino Unido dedicado al emprendimiento.
El brazalete ha demostrado su eficacia en las fases iniciales de prueba y también presenta un enorme potencial para su comercialización a gran escala. La combinación de un diseño discreto, flexible y fácil de usar, junto con la tecnología de estimulación nerviosa para promover la neuroplasticidad, lo convierte en una herramienta atractiva para clínicas de rehabilitación y pacientes en todo el mundo. A medida que el dispositivo sigue perfeccionándose y acumulando resultados positivos, su viabilidad como producto comercial parece cada vez más prometedora.