La inflexibilidad de Nación ante los reclamos suma tensión con las provincias. “Es preferible tener una ley mala a no tenerla”, dicen entre los mandatarios. El oficialismo evalúa convocar a sesiones extraordinarias.
Mientras Javier Milei mantiene una serie de encuentros bilaterales en Brasil tras la cumbre del G20, la discusión por el Presupuesto 2025 se traba en Diputados y enciende las alarmas de los gobernadores, que ven con preocupación cómo se escurre la última posibilidad de asegurarse fondos para alivianar las golpeadas arcas provinciales. Este martes, el oficialismo suspendió la reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, donde esperaban que el proyecto obtuviera dictamen, dando cuenta de la tensión reinante.
De los encuentros con el Presidente en la Casa Rosada y Olivos a la sorpresiva cumbre semi virtual del jueves pasado en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), los mandatarios buscaron incidir en la redacción de la “ley de leyes” y usar el poder de fuego de sus legisladores para condicionar el texto final del proyecto, frente a un oficialismo escaso de bancas propias.Informate más
Dólar blue hoy: a cuánto cotiza este martes 19 de noviembre
Posted 2 Hours Ago
Si bien el sentimiento transversal a las diversas tribus dialoguistas es que Nación debe contar con una hoja de ruta clara para el año próximo -sobre todo porque el presupuesto que rige actualmente fue elaborado en 2022 y, en caso de ser prorrogado una vez más, tendría un desfasaje de tres años-, lo cierto es que las conversaciones no marchan por buen camino.
Aunque no contar con la ley le permitiría a los libertarios disponer de partidas a gusto y piacere, también significaría un mensaje de inestabilidad para los mercados y el Fondo Monetario Internacional (FMI). A la par, las provincias buscan tener precisiones para elaborar sus propias cuentas. Las necesidades son mutuas.
Gobernadores presionan a Nación por el Presupuesto 2025
Obra pública, aumento de la masa coparticipable -vía el impuesto a los combustibles, por ejemplo-, atrasos del Consenso Fiscal 2017, cajas jubilatorias y una distribución equitativa de los Aportes del Tesoro Nacional (ATEN) son las principales quejas que los distritos agitan en conjunto como parte de las negociaciones.
De hecho, los reclamos a la gestión libertaria no llegan precisamente desde la oposición dura de Unión por la Patria (UP), presta a ir al choque en la mayoría de iniciativas, sino desde sectores como la Unión Cívica Radical (UCR), los provincialismos e incluso el PRO.
“Es preferible tener una ley mala a no tener. De ultima es una base y de ahí arrancamos, siempre podemos modificarla”, indicó a Ámbito una voz dialoguista. Y agregó: “Por la institucionalidad de la Argentina, porque la verdad que esta ley, así como está, no sirve de mucho”.
Reunión de gobernadores en el Consejo Federal de Inversiones.
En territorios amarillos también se mostraron contrariados. “Vienen mal”, sintetizaron, lacónicos, desde la órbita de un gobernador sobre el curso de las negociaciones. No obstante, reconocieron que, si el Gobierno considera la posibilidad de convocar a sesiones extraordinarias -tal como contó José Luis Espert-, “quiere decir que seguimos en carrera y negociando”.
“Tiraron de la cuerda, pero se mantuvieron firmes. El Gobierno necesita el presupuesto por los mercados y los gobernadores también quieren que tenga presupuesto, pero no se puede planificar el 2025 otra vez haciendo pelota a las provincias”, señalaron.
“Las provincias precisan que se incremente la masa coparticipable, pero eso les aumenta los ingresos a todos, incluida la Buenos Aires, donde el gobierno no debe querer soltar dinero para Kicillof. Están en esa trampa”, agregó un legislador que participa del debate. “Son temas que un Gobierno nacional lógico ya hubiera cerrado”, sumó otra fuente parlamentaria, irritada por la situación.