El referí Matías Sebastián Beares Pérez, junto a otras personas, realizó distintas apuestas con datos muy precisos que llamaron la atención. Todo terminó en una causa judicial. La AFA decidió echarlo

Cuando en 2012 se hizo la primera aproximación para que ingresen las apuestas deportivas online en la Argentina, el papa Francisco, por entonces arzobispo de Buenos Aires, fue el principal opositor a la idea y logró frenarla. En un congreso que se hizo sobre la especialidad habló del riesgo de la ludopatía pero en el mismo evento se habló de los arreglos de partidos y la posibilidad que se afecte la sana competencia. Antecedentes sobraban y sobran y dan lugar además a una infinidad de rumores cada vez que ocurre algún hecho extraño en un encuentro. Y la causa que lleva adelante ahora la fiscalía de Eventos Masivos de la Ciudad de Buenos Aires puede ser un parteaguas en el tema: por primera vez se investiga a fondo a un protagonista del espectáculo, en este caso un árbitro, que dadas las implicancias del escándalo fue separado por la Asociación del Fútbol Argentino, que está siguiendo de cerca este tema y el de otros colegiados que actúan en partidos de menor rango y de los que se sospecha que tienen arreglos con las casas de apuestas para influir en los resultados con decisiones erróneas sobre acciones de juego que no serían solo interpretaciones incorrectas del reglamento.

El caso estalló a partir de una denuncia de una casa legal de apuestas, Betwarrior. Los responsables de esta empresa vieron que dos usuarios habían jugado una cantidad inusual de dinero al partido de Deportivo Madryn contra Almirante Brown del 20 de octubre pasado por la anteúltima fecha del torneo de Primera Nacional. Partido que ya estaba envuelto en la polémica antes de jugarse: el máximo ídolo de la institución de La Matanza, Daniel Bazán Vera, decidió dejar la dirección técnica del equipo tras salvarlo del descenso y a ese encuentro en el Sur fue una formación alternativa donde habituales titulares les dejaron su lugar a juveniles. De hecho cinco tuvieron su bautismo de fuego en ese partido donde Madryn, de ganar, se ponía puntero.

Lo que ocurrió fue que en el primer tiempo Almirante dio la sorpresa: ganaba uno a cero. Finalmente en 25 minutos Madryn le hizo cinco goles y liquidó la faena. ¿Qué tiene de extraño esto? Que los dos apostadores de Betwarrior identificados como Cinthia M. y Sebastián O., acertaron resultado primer tiempo, ganador final y cantidad de goles mayor a cuatro. Y que jugaron cifras, que según esa empresa, no se condice a lo habitual en ese tipo de encuentros ni a las cuentas asociadas.

El árbitro Beares Pérez fue separado por la AFAEl árbitro Beares Pérez fue separado por la AFA

Con ese dato, Lotería de la Ciudad de Buenos Aires les pidió a las restantes casas de apuestas online autorizadas que remitan informes sobre el evento y si hubo comportamientos inusuales. Y lo que llegó fue contundente. Bplay informó que detectaron una alerta de riesgo en ese partido con dos usuarios que habían abierto cuentas apenas días atrás y que apostaron acertando resultado de primer tiempo, resultado final y cuantos goles marcaban ambos equipos y si un equipo convertía más de tres. Un nombre de los apostadores pasó de largo, Federico Calderón. Pero el otro hizo ruido, mucho ruido: Matías Sebastián Beares Pérez, que se había registrado en la página apenas 11 días atrás y era árbitro de la Asociación del Fútbol Argentino donde trabajó como juez de línea hasta en 11 partidos de Primera División. Pero mayor fue el asombro cuando llegó la información de Bettson: ahí también había apuestas de Beares, en este caso a resultado de medio tiempo y resultado final, ambas correctas y su registro en la página era del 16 de octubre, sólo cuatro días previos al partido cuestionado. Por su parte la otra casa que faltaba responder, Bet365, también mandó su reporte: una usuaria había apostado 100.000 pesos y ganado nueve millones en ese evento acertando resultado medio tiempo, final y cantidad de goles específicamente.

Lotba además pidió otro dato: cuánto dinero en general se había jugado a ese partido y cuanto correspondía a estos usuarios. Pues bien, se verificó que el 49 por ciento del dinero apostado era sólo de estas cinco personas y que habían ganado más de 16 millones de pesos tras apostar un millón cincuenta mil. Un negocio redondo.

Con toda esta documentación, Lotería de la Ciudad presentó la denuncia en la fiscalía de Eventos Masivos a cargo del doctor Maximiliano Vence, que empezó la semana pasada la investigación. Si bien está en secreto de sumario, según pudo saber Infobae las primeras medidas van sobre establecer afinidades entre los cinco apostadores y sobre todo los vínculos del ahora separado árbitro Beares, quien de por sí no podía apostar porque eso está prohibido para cualquier persona que tenga vínculo contractual con el espectáculo deportivo o sus organizadores, en este caso la AFA. Por ahora no hay una pesquisa sobre el partido en sí, aunque según fuentes judiciales esta podría llegar en una segunda etapa y llamar a declarar a jugadores, técnicos y al árbitro de aquel encuentro, Diego Ceballos.Beares Pérez como juez asistente durante un partido entre Rosario Central y Huracán, en enero de 2019Beares Pérez como juez asistente durante un partido entre Rosario Central y Huracán, en enero de 2019

El caso estalló en la casa madre del fútbol, que lo primero que hizo fue separarlo por completo a Beares del mundo de la redonda. Según afirmó a Infobae una persona del mundo arbitral, las sospechas sobre él venían hace tiempo. “Preguntate por qué dejaron de designarlo hace cinco años. Si bien estaba excedido de peso y ese fue el motivo para dejarlo de lado, con una dieta volvía a dirigir, ¿no? Bueno a veces hay rumores sobre otras cosas”. El tema es que la AFA puso el ojo en muchos otros partidos extraños y en errores arbitrales poco comunes. Así, al momento separó a otros seis árbitros siendo el caso más notorio el del juez Nicolás Jara, que estaba dirigiendo en Primera B, y al que en redes sociales el periodista Pablo Carrozza lo expuso como presuntamente arreglando partidos por medio de chats de Whatsapp con gente vinculada a casas de apuestas. Tan escandaloso fue el caso que cuando estalló, lo reemplazaron del partido que debía dirigir, Deportivo Español frente a El Porvenir, con un día de anticipación. En el Ascenso se presume que tuvo influencia en al menos diez encuentros donde todos tuvieron acciones muy polémicas.

Este hecho se suma a muchos otros. En Córdoba la Justicia investiga un caso similar tras la denuncia de Lotería de la provincia y la empresa Slots Machine contra los directivos del club Atenas de Córdoba que en el Federal A apostaron en contra de su mismo equipo con resultado exacto y ganaron. Insólito.

Hasta el momento sólo una causa judicial terminó con condena: en la fiscalía de Lanús se había abierto una investigación por presuntas derrotas a propósito de El Porvenir para beneficiarse con las apuestas ilegales que tuvo cinco jugadores imputados y que terminó con la condena de un representante, Brian Simone, a seis meses de prisión en suspenso. En realidad el fiscal Martín Rodríguez supuso que había dado con la punta de un iceberg gigantesco donde se juntaban futbolistas, representantes y directivos. Es más, había en la mira seis hombres vinculados a los derechos económicos y federativos de players de más de 20 equipos de las categorías menores del Ascenso, pero hubo un pacto de silencio entre la mayoría de los protagonistas y así sólo se pudo dar con una persona responsable de aquel ilícito.

Otra de las irregularidades manifiestas se vienen dando en los torneos de Reserva de esas mismas categorías. Dos meses atrás Fénix que milita en la Primera B echó al entrenador y cinco jugadores y si bien maquilló la decisión en rendimiento deportivo la misma se tomó después de un partido donde perdía 8 a 0 con Excursionistas y el árbitro lo dio por terminado diez minutos antes de los 90 por falta de deportividad. El equipo venía en mitad de tabla pero extrañamente en tres de los últimos cinco partidos sufrió derrotas por 6-1 hasta aquel 8-0 suspendido. Algo similar pasó también con la Reserva de Deportivo Laferrere, que empezó de un día para otro a perder por goleada. Fueron cinco partidos consecutivos hasta que el club echó a medio plantel como responsables de actitudes alejadas al fair play. El tema es que todo esto se da habitualmente en el caso de apuestas en casas ilegales, la mayoría del sudeste asiático o Europa oriental, lo que es difícil de seguir y probar. Por eso llamó la atención lo de Beares: árbitro y jugando en una casa oficial con apuestas muy concretas y dateadas. Y mientras la Justicia va por sus pasos, la AFA ya le sacó la tarjeta roja.

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