Rio Tinto planea expandir la capacidad de su planta en Salta con tecnología avanzada y un enfoque en estándares ambientales. El proyecto apunta a convertir al país en un actor clave en la producción de materiales para baterías
El proyecto Rincón, en Salta, apunta a producir 60.000 toneladas de litio por año (Europa Press)
La empresa Rio Tinto, una de las principales mineras a nivel global, anunció una inversión de USD 2.500 millones para expandir el proyecto Rincón, ubicado en la provincia de Salta. El plan contempla aumentar la capacidad de producción a 60.000 toneladas anuales de litio de grado batería, mediante la construcción de una planta que se iniciará en 2025.
El proyecto, que se localiza en el corazón del “triángulo de litio”y fue adquirido en 2022, tiene actualmente la capacidad para producir 3.000 toneladas, por lo que la expansión implica 57.000 toneladas adicionales. Se prevé que la vida útil de Rincón sea de 40 años y que la obra de ampliación comience a mediados del año próximo, para luego empezar a operar en 2028.
Jakob Stausholm, el director ejecutivo del grupo anglo-australiano, dijo: “La atractiva perspectiva a largo plazo del litio impulsada por la transición energética respalda nuestra inversión en Rincón. Nosotros estamos dedicados a desarrollar este recurso de clase mundial de primera categoría a gran escala y en el extremo bajo de la curva de costos. Estamos igualmente comprometidos a cumplir con los estándares de ESG (environmental, social and governance) más elevados, utilizando nuestra tecnología avanzada para reducir a la mitad la cantidad de agua usada en el proceso de refinación mientras continuamos fortaleciendo nuestras asociaciones de beneficio mutuo con las comunidades locales y la provincia de Salta”.
“Gracias a los recursos excepcionales, la fuerza de trabajo calificada y las políticas económicas favorables de Argentina, estamos en una excelente posición para convertirnos en uno de los principales productores de litio del mundo. Esta inversión, junto con nuestra propuesta de adquisición de Arcadium, garantiza que el litio sea uno de los pilares clave de nuestro portafolio de materias primas durante las próximas décadas”, agregó.El anuncio de esta inversión surge solo dos meses después que la minera comprara Arcadium Lithium por unos USD 6.700 millones (REUTERS/Agustin Marcarian/File Photo)
Asimismo, desde la empresa resaltaron que las reformas económicas y el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) “brindan un entorno favorable para la inversión, con beneficios como tasas impositivas más bajas, depreciación acelerada, y estabilidad normativa durante 30 años, lo que protege el proyecto de los futuros cambios de políticas y resguarda aún más a los inversionistas”.
Cabe destacar que en el proyecto se utiliza tecnología de extracción directa de litio (DLE), un proceso que ayuda a la conservación del agua, reduce los efluentes y produce carbonato de litio de manera más uniforme que otros métodos.
El anuncio de esta inversión surge solo dos meses después que la minera comprara Arcadium Lithium por unos USD 6.700 millones. Esta adquisición resulta relevante para Argentinaya que dicha empresa operaba dos de los cuatro proyectos activos que producen el llamado “oro blanco” en el país: Olaroz en Jujuy y Fénix en Catamarca. Todo indica que Rio Tinto, con una capitalización de mercado de USD 108.000 millones, está apostando a largo plazo, teniendo en consideración el bajo precio internacional del litio. Al momento, la tonelada ronda los USD 10.500, muy por debajo del récord alcanzado a fines de 2022, cuando el valor era de USD 80.000.REUTERS/David Gray/Archivo
En ese sentido, Roberto Cacciola, presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), había señalado que el hecho que la compañía tome esa decisión en un momento no muy bueno para el litio es un dato positivo porque significa que proyecta a futuro y no solo mira la coyuntura. “Es una excelente noticia para el desarrollo de la actividad y la posibilidad de concretar ampliaciones y ubicar nuevos proyectos”.
Hay algunas razones que explican también la aceleración en la llegada de inversiones extranjeras en litio a pesar del colapso en su precio. En primer lugar, el valor parece haber tocado piso y los costos de producción del mineral, ligado directamente a la competitividad, son mucho menores en los salares argentinos y chilenos que en otras partes. Además, en plena transición energética, la necesidad de “oro blanco” se incrementará exponencialmente en los próximos años: el Departamento de Energía de EE.UU estimó que hacia 2035 la demanda de litio irá desde un mínimo de 600.000 toneladas a un máximo de 1.800.000, esto es entre 3 y 9 veces los niveles de producción actuales.
Otro factor es la caída del precio internacional de las baterías de ion de litio, que en los últimos diez años sufrieron una retracción de 73% en costo por unidad de energía, haciendo a las empresas más competitivas, según un informe de Benchmark. Vale mencionar que Argentina, si bien es el cuarto productor mundial del mineral, está lejos de fabricar baterías y tampoco se estádesplegando una estrategia de producción de vehículos eléctricos.
“Alcanzar la rentabilidad en la fabricación de celdas y baterías requiere de escala y de vanguardia tecnológica. Argentina entra tarde a una carrera tecnológica avanzada que requiere significativos esfuerzos de investigación y desarrollo, en especial en el altamente competitivo segmento de la electromovilidad”, asegura un trabajo de Fundar.