El Gobierno de Javier Milei avanzó con una nueva desregulación que afecta al sector autopartista. En este caso lo hizo a través del sistema de “pequeños envíos”. Permitirán ingresas piezas de seguridad sin cumplir con la Ley Nacional de Tránsito.

La Aduana desreguló la importación de autopartes que ahora podrán ingresar al país mediante el régimen de Pequeños Envíos, llamado habitualmente “puerta a puerta”.
La Aduana desreguló la importación de autopartes que ahora podrán ingresar al país mediante el régimen de Pequeños Envíos, llamado habitualmente “puerta a puerta”.

El gobierno de Javier Milei avanzó con una nueva desregulación que afecta al sector autopartista. En este caso lo hizo a través del sistema de “pequeños envíos” que permitirá ingresar repuestos al país sin la homologación del certificado de seguridad, más conocido como CHAS. La medida se enmarca en un proceso de cambios más profundos para la actividad. En la industria ahora analizan el impacto cuantitativo de la medida, pero advierten que se trata de competencia desleal.

Federico Sturzenegger tiene entre ceja y ceja al Certificado de Homologación de Autopartes de Seguridad (CHAS). A mediados del año pasado el ministro desregulador comparó a esa normativa con el “mal” de chagas y desde entonces viene insistiendo con la idea de eliminarlo.

En las últimas horas. la Aduana dio un paso en ese sentido. Desreguló la importación de autopartes que ahora podrán ingresar al país mediante el régimen de Pequeños Envíos, llamado habitualmente “puerta a puerta”. De esta forma, se evitarán los controles de seguridad que rigen para el resto de los importadores a gran escala.

Los envíos efectuados mediante esta opción estarán exceptuados del Certificado de Homologación de Autopartes y/o Elementos de Seguridad (C.H.A.S.) previsto en la Resolución N° 166/2019 de la ex Secretaría de Industria”, dice la normativa publicada por la Aduana.

Alarma en el sector autopartista

Ante la consulta de este medio, en el sector autopartista remarcaron que “el impacto dependerá de cuántos particulares se animen a importar. Hay un aspecto cuantitativo, que variará de acuerdo a distintos factores”, aunque señalaron que “hay otro punto conceptual: ¿Por qué algo que se importa masivamente tiene que cumplir con la Ley Nacional de Tránsito y lo importado individualmente no? ”.

En agosto del año pasado las cámaras que agrupan a los fabricantes de autopartes, los comerciantes de repuestos y los talleres de reparación, enviaron una nota al secretario de Comercio, Pablo Lavigne, en la que cuestionaron la decisión del Gobierno que amplió de 30 a 142 las autopartes habilitadas para regresar al circuito de comercialización una vez desechadas.

Ya en ese entonces señalaban que, tanto los países que integran la Unión Europea como Brasil, tienen esquemas muy similares. Luego, destacaron que si bien una autoparte de seguridad que tiene una certificación para asegurar la calidad necesaria en piezas críticas y sensibles es más costosa que una de baja calidad y prestación dudosa: “lo barato, en estos casos puede salir muy caro”.

El futuro del sector de autopartes

El sector autopartista está en alerta. Aunque hay realidades distintas entre quienes trabajan directamente para las terminales y quienes están enfocados en el mercado de reposición.

En las últimas décadas la participación de las piezas locales en los autos nacionales cayó drásticamente. En 2024 Brasil, principal competidor pese a los acuerdos de complementación aún vigentes, anunció inversiones por cerca de u$s20.000 millones, Argentina alrededor de u$s900, indicó una empresa grande del sector.

A mediano plazo esto podría generar un desplazamiento de gran parte de los fabricantes hacia el país vecino. En el corto, varias multinacionales podrían dejar Argentina, cuentan en el sector. Están esperando el momento político para dar el paso.

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