La tensión por la larga espera crece en Alta Montaña.

En su primera jornada de apertura luego del corte a causa de aludes en Alta Montaña, el Corredor Internacional que une Argentina con Chile a través de la Ruta 7 de Mendoza, fue testigo de varios hechos de tensión entre los automovilistas cuya paciencia ya estaba colmada.

Debido a la contingencia natural ocurrida durante las primeras horas de esta semana, con el desprendimiento de aludes desde la montaña hacia la Ruta 7, varios vehículos particulares, camiones y micros se amontonaron en la zona de Polvaredas y alrededores, tanto para ir como para volver.

Las largas filas de autos fueron una constante durante este martes, ya que el camino había sido habilitado luego de que las máquinas desplazaran el barro que había ganado el corredor. 

Como siempre en estos casos, las esperas fueron interminables y eso crispó la tolerancia de muchos. El promedio de demora llegó a rondar las 4 horas. Algunos menos pacientes intentaron “colarse” y adelantar vehículos por lugares que no correspondían, y eso generó discusiones y peleas con las otras personas que impedían que esto ocurriera.

Ir a Chile y volver del país trasandino se está convirtiendo en una odisea difícil de digerir por la cantidad de riesgos y demoras que tiene el cruce internacional.

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