El gremio docente se reunirá a las 14 para debatir si avanzan o no con la medida de fuerza para el inicio del ciclo electivo de este año.

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El inicio de clases en Mendoza está previsto para el próximo lunes 24 de febrero, pero dependerá de si el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) decide adherir al paro convocado por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) para esa jornada.

Este jueves, a las 14, el SUTE definirá en plenario la medida que tomará al respecto. El reclamo gremial se centra en la actualización de las paritarias tanto a nivel nacional como provincial. Si bien los paros de este gremio suelen tener poca adhesión en la provincia, la decisión puede marcar un precedente en medio de las negociaciones.

La CTERA acusa que la gestión de Javier Milei no ha convocado a la mesa paritaria nacional, lo que, según el gremio, pone en riesgo el inicio de clases en al menos 12 provincias. En principio, el paro sería de 24 horas.

Las paritarias, desde la asunción de Milei, han mostrado un retroceso salarial inmenso. El piso está en $450.000, el más bajo de toda la serie desde la década de los 90 hasta la fecha, si se lo compara con la Canasta Familiar y el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM)“, expresaron desde CTERA.

En las últimas horas, el Ministerio de Capital Humano convocó para el próximo lunes, a partir de las 15, a la mesa del Salario Mínimo Docente Garantizado para comenzar con las negociaciones salariales. En el anuncio, la cartera que encabeza Sandra Pettovello invitó al Consejo Federal de Educación y a los ministros del área.

En el ámbito provincial, el SUTE aguarda el resultado del plenario para definir su postura. Hasta el momento, el gremio docente ha rechazado dos de las tres ofertas salariales realizadas por el gobierno de Alfredo Cornejo.

La última propuesta, que consiste en un aumento del 13% escalonado hasta junio, fue presentada a las bases para su análisis. El sindicato, liderado por Carina Sedano, tiene plazo hasta este viernes para responder a la tercera oferta, que contempla incrementos del 7% en marzo, 2.5% en abril, 2% en mayo y 1.5% en junio, con impacto en el salario básico.

Con estos ajustes, el salario mínimo garantizado para los docentes que se inician en la actividad pasaría de $570.000 a $654.000 en junio. En el caso de quienes tengan más de 30 años de antigüedad, el sueldo alcanzaría los $705.000.

En la última mesa paritaria, realizada el lunes pasado, se acordó que, en caso de que el SUTE acepte la oferta, en junio se abriría una nueva negociación salarial con una cláusula de revisión sujeta a los posibles “desequilibrios económicos de la macroeconomía”.

Además, el Gobierno adelantó que habrá modificaciones en el bono de puntaje para docentes de Nivel Secundario. Sedano explicó que “quienes tengan el bono de 2018 verán ampliado el máximo de puntos por capacitación y antecedentes”.

Las negociaciones comenzaron el 5 de febrero, cuando el Gobierno provincial ofreció un aumento del 5% para marzo y un 4% para junio, tanto para docentes como para celadores. La propuesta fue rechazada por el SUTE al considerarla “insuficiente”.

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