El animal está preparado para nadar en aguas abiertas, por lo que las autoridades locales están expectantes con el momento de la liberación.

El inminente cierre del Aquarium de Mar del Plata generó mucha nostalgia y también incertidumbre respecto al futuro de las especies y animales que actualmente se encuentran alojados en las instalaciones. Si bien, en el comunicado en el que se anunció la decisión se dio a conocer el detalle, el panorama no deja de ser preocupante.
Entre esos animales, se encuentra el tortugo Jorge que desde el 2022, fue trasladado del acuario de Mendoza hacia el de Mar del Plata. Allí ha sido sometido a un riguroso proceso de adaptación y rehabilitación, que ha incluido la adaptación a un entorno más similar a su hábitat natural.
De acuerdo con la información suministrada por personal de Aquarium se está elaborando un informe con el detalle del trabajo que se ha realizado con Jorge y con el presente de la especie marina que durante 38 años estuvo en cautiverio en el acuario de la Ciudad de Mendoza.
El escrito será remitido a la autoridades de la Ciudad de Mendoza, pero a modo de anticipo destacaron que “el tortugo, después de tanto tiempo en proceso de rehabilitación se encuentra en estado óptimo para ser liberado al medio ambiente”.
“El plan de Jorge no se modifica, el animal está listo para ser reintroducido al mar”, indicaron. Y aclararon: “Sólo estamos esperando el equipo satelital para el rastreo. De todos modos, Aquarium va a estar operativo con animales varios meses más”.
Asimismo, trascendió que “a mediados de abril estarían todas las condiciones dadas para que el animal retorne a su hábitat”.
Se estima que el animal tiene unos 63 años y que no debe recordar de su vida en libertad en el mar, cerca de las costas de Brasil, de donde se presume que es oriundo, según un estudio genético que le realizaron años atrás.
La palabra de Ciudad
El totrugo Jorge fue trasladado en el 2022 al Centro para la Conservación de la Biodiversidad en Mar del Plata, con un plan de trabajo orientado en su rehabilitación, la idea era generar mayores niveles de bienestar animal, pero sobretodo analizar la posibilidad de una reinserción a su ecosistema natural.
Respecto al presente del tortugo, desde la secretaría de Ambiente y Desarrollo Urbano de la Ciudad de Mendoza indicaron: “Tras un año y seis meses de trabajo y un seguimiento mensual, Jorge ha respondido muy bien a todas las etapas del proceso de rehabilitación, desarrollando la musculatura necesaria para nadar en aguas profundas, logró autonomía para comer por sí solo, una dieta que le permite alimentarse con recursos del mar y una convivencia con otros animales”.

Además, advirtieron que “el tortugo Jorge, en función con los dictámenes de los especialistas, está en condiciones de ser liberado al mar“.