Hoy es posible que el riesgo país toque los 800 puntos básicos si no mejora el humor de los inversores. Se aleja la posibilidad de conseguir financiamiento a través de la colocación de bonos, lo que vuelve todavía más urgente un entendimiento con el FMI
Gita Gopinath, la subdirectora gerente del FMI y el ministro de Economía, Luis Caputo. REUTERS
El mercado local reabrirá hoy luego de Carnaval y las cotizaciones reflejarán las caídas de los dos últimos días. Ningún activo a nivel global se salvó del “efecto Trump”, al efectivizar los aumentos de aranceles a sus principales socios comerciales: Canadá, México y China.
Las acciones argentinas que cotizan en Wall Street sufrieron caídas generalizadas y es probable que hoy el riesgo país orille los 800 puntos básicos. Se trata de una situación inesperada, que claramente complica los planes que tenía el Gobierno de volver lo más rápidamente posible a los mercados para refinanciar deuda.
En un contexto mucho más volátil y de nerviosismo para los inversores, se vuelve mucho más difícil conseguir financiamiento. Está casi descartado que la Argentina lo logre hasta fin de año, pero además se le hará más difícil a las empresas. La colocación de deuda por parte de compañías argentinas, como en su momento lo hicieron Galicia, YPF o PAE, es una fuente de entrada genuina de divisas que permite fortalecer reservas. Ahora se trata de un canal que posiblemente no funcione durante algún tiempo.
El ex representante argentino ante el FMI, Héctor Torres, lo puso en estos términos: “La situación internacional hace aún más patente la inconveniencia de tener un tipo de cambio fijo, sin reservas y con déficit de cuenta corriente”.
También Domingo Cavallo salió a recomendar una recomposición del tipo de cambio, aumentando el ritmo de incremento del dólar oficial (que había bajado del 2% al 1% en febrero) y darle mayor grado de libertado al contado con liquidación. En otras palabras, reducir el volumen de las exportaciones que puede liquidarse a través del circuito financiero.
Ahora el Gobierno está más obligado que nunca a cerrar lo antes posible el acuerdo ante el FMI y recibir fondos frescos. El sábado Javier Milei aseguró que en los próximos días será elevado al Congreso para su tratamiento, lo que fue interpretado como que se trata de algo inminente. Puede ser un arma de doble filo, porque si se estiran los plazos habrá mayor nerviosismo en los mercados.El presidente de Argentina, Javier Milei, explica a legisladores su proyecto de presupuesto para el 2025 en el Congreso de la Nación en Buenos Aires, Argentina. 15 sept, 2024. REUTERS/Agustin Marcarian
Con la gran volatilidad de las bolsas internacionales y el castigo a casi todos los activos, hubiera sido razonable esperar algún reacomodamiento del tipo de cambio local al alza. Sin embargo, el equipo económico prefiere evitar un ajuste del valor del dólar y mucho menos que se produzca de manera abrupta. Consideran que esto podría aumentar la inflación, afectando las chances electorales.
El economista Fernando Marull también se concentró en las distintas opciones que tiene el Gobierno para conseguir dólares en los próximos meses y enfrentar mejor una situación internacional mucho más delicada.
Según sus estimaciones, “entre marzo y octubre el Central logrará comprar USD 6.500 millones, contando los ingresos del agro, lo que genere Vaca Muerta en el segundo semestre compensando la caída de las exportaciones del campo, y los préstamos financieros”. En el cálculo también entra el egreso por importaciones y la intervención en el CCL para evitar que se disparen los dólares financieros.
Es posible que aumente la tensión en el mercado cambiario previo a las elecciones, por lo que es fundamental que las reservas netas mejoren desde casi 5.000 millones de dólares negativas.
El desembolso del FMI también ayudaría para fortalecer el balance del Banco Central y acercar la salida del cepo cambiario. En esto también el Presidente se comprometió a hacerlo antes de fin de año. Pero para eso es fundamental que las reservas netas se fortalezcan, algo que hoy parece como mínimo un objetivo desafiante.