La investigación analizó un conjunto de trabajos realizados previamente en los que participaron más de 300.000 personas.

La miopía está aumentando a nivel mundial hasta el punto de que se estima que para 2050 casi la mitad de la población se podría ver afectada por este problema ocular y, no solo se incrementa el número de casos, sino que se está manifestando a edades cada vez más tempranas y progresa más rápidamente. Esto podría generar que en un futuro haya mayor riesgo de sufrir afecciones visuales graves relacionadas con la miopía, como la degeneración macular, el desprendimiento de retina y el glaucoma.
Una nueva investigación publicada en la revista JAMA Network Open, analizó un conjunto de estudios realizados previamente en los que participaron más de 300.000 personas y halló una relación entre el tiempo que pasan los niños frente a las pantallas y el desarrollo de la miopía. El “tiempo en pantalla” se define en estos estudios como la duración de la exposición a dispositivos electrónicos como smartphones, tablets, consolas de videojuegos, computadoras y televisores, ya sea de forma individual o combinada.

En tanto, factores ambientales como realizar actividades que requieren ver de cerca y una disminución del tiempo que se pasa al aire libre pueden estar detrás de este aumento de la miopía y cada vez más niños utilizan estos dispositivos a edades tempranas, por lo que el principal objetivo de los investigadores fue determinar el aumento en las probabilidades de presentar miopía por cada hora adicional de exposición diaria a las pantallas.
La salud ocular afectada por la exposición a las pantallas
El equipo de científicos, liderado por Young Kook Kim, investigador de la Universidad Nacional de Seúl en Corea del Sur, seleccionó artículos de investigación primaria que analizaban la asociación entre el uso de dispositivos digitales y resultados relacionados con la miopía, tanto la presencia o aparición de la miopía, como la velocidad a la que progresa en grupos que incluían desde niños de 2 años hasta jóvenes de 19.
Un metaanálisis previo que recopiló datos de 11 estudios encontró que el tiempo dedicado a usar dispositivos inteligentes se relacionaba con un aumento del 26% en las probabilidades de desarrollar miopía y, cuando se combinaba con el uso de ordenadores, el riesgo aumentaba en un 77%.
Por otro lado, un estudio más reciente que analizó por separado los datos categóricos y continuos del tiempo en pantalla indicó que el uso de computadoras y televisores se asociaba con la miopía, mientras que el uso de smartphones no mostraba esta relación. En otro análisis lineal que abarcó 45 estudios con 335.524 participantes con una edad media de 9,3 años, los investigadores observaron que cada hora extra diaria frente a la pantalla se asociaba con un incremento del 21% en las probabilidades de desarrollar miopía. Estos hallazgos pueden servir de orientación para médicos e investigadores a la hora de evaluar y gestionar el riesgo de miopía.
En opinión de Sergio Recalde Maestre, profesor del departamento de Oftalmología de la Universidad de Navarra en España e investigador de Laboratorio de Oftalmología Experimental de la Clínica Universidad de Navarra: “La relación entre pantallas y miopía parece real, pero sin incluir la actividad al aire libre y otros factores clave (genéticos, distancia a las pantallas, horario), los resultados deben interpretarse con cautela”.