El sindicato de los colectiveros mendocinos anunció que no se sumará a la medida de fuerza, aunque aclaró que los trabajadores tendrán libertad de acción. “Si hay acatamiento, será muy bajo”, expresaron desde el gremio.

El Sindicato del Personal de Micros y Ómnibus de Mendoza (Sipemom) confirmó que no se sumará al paro general organizado por la Confederación General del Trabajo (CGT), que llevará a cabo este jueves, aunque los colectiveros mendocinos tendrán la libertad de sumarse a la medida de fuerza nacional.
Así lo confirmó José Micca, secretario general del Sipemom. “El transporte público va a trabajar normalmente, pero los trabajadores que lo deseen podrán adherir a la medida. Tienen el derecho de parar o no”, expresó en diálogo con El Sol.
El éxito o fracaso de cada medida de fuerza depende, en gran medida, del transporte público de pasajeros. Según Micca, en Mendoza la gran mayoría de los colectiveros trabajarán el próximo jueves. “Si hay acatamiento, será muy bajo”, pronosticó.
Representantes de la delegación mendocina de la CGT se comunicaron con las autoridades de Sipemom, quienes dieron a conocer su postura. “No vamos a adherir al paro, aunque hay libertad de acción, como corresponde. Los compañeros, en su generalidad, tienen intenciones de trabajar. Hablando con delegados desde la semana pasada, no encontré a nadie que dijese que adhiere”, insistió Micca.
Con respecto a la respuesta que encontró por parte de la CGT, el sindicalista indicó que “así como nosotros respetamos sus decisiones, ellos respetan las nuestras”.
Así como en Mendoza los colectiveros son representados por Sipemom, a nivel nacional la mayoría de los choferes están bajo la órbita de la poderosa Unión Tranviarios Automotor (UTA), que tampoco confirmó su adhesión a la medida de fuerza.
Su participación es determinante para garantizar el impacto de la huelga. “Esperemos que la UTA entienda que son parte de la CGT y que el paro se votó por unanimidad”, enfatizó Héctor Daer, uno de los tres jefes de la CGT, en declaraciones a Futurock.
Hay que recordar que la Secretaría de Trabajo dictó hace casi dos semanas la conciliación obligatoria por el conflicto sectorial que tiene la UTA con los empresarios del sector y de esa manera busca que no pueda plegarse a la huelga general.
“Una conciliación obligatoria sectorial no imposibilita la adhesión al paro de la CGT”, manifestó Daer, en relación con la dubitativa postura de uno de los brazos fuertes de la central obrera, que amaga con no adherir a la medida de fuerza.
El tercer paro contra Milei
El tercer paro general de la CGT en lo que va de la gestión de Javier Milei se planteó en rechazo la “política económica” del Gobierno Nacional, el “piso a los aumentos salariales” de la administración libertaria y en defensa “del aumento de salarios y los derechos de los jubilados”.
El inicio de la jornada de lucha será a el miércoles 9, cuando los sindicatos nucleados por la CGT se movilicen al Congreso para participar de la habitual marcha de los jubilados y finalizará al día siguiente.
“El paro es el día 10 de abril, de 24 horas. El día 9, a partir del mediodía, nos vamos a movilizar al Congreso. Van a ser 36 horas de acción sindical”, enfatizó Daer.