El gobierno de Xi Jinping cuestionó la decisión del mandatario republicano. Así lo manifestó su ministra de Asuntos Exteriores en conferencia de prensa.

China advirtió que el sistema de defensa antimisiles propuesto por la administración de Donald Trump, conocido como “Cúpula Dorada”, representa una amenaza directa al equilibrio estratégico global y puede acelerar la conversión del espacio exterior en un campo de batalla. Así lo manifestó el gobierno chino durante una conferencia de prensa realizada en Pekín, al reaccionar a los anuncios del republicano sobre el desarrollo de este nuevo escudo defensivo.
La vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mao Ning, expresó su profunda preocupación por la iniciativa y acusó a Estados Unidos de “obsesionarse con su seguridad absoluta” al costo de afectar el principio de seguridad compartida.
Qué dijo la ministra de Asuntos Exteriores de China
Según ella, “Estados Unidos, al aplicar una política de ‘EEUU primero’, está obsesionado con buscar su seguridad absoluta. Esto viola el principio de que la seguridad de todos los países no debe verse comprometida y socava el equilibrio estratégico y la estabilidad global. China está seriamente preocupada por esto”.
El presidente Trump había afirmado el martes desde la Casa Blanca que su gobierno ya “seleccionó oficialmente una arquitectura para este sistema de vanguardia”, y sostuvo que el Congreso se encontraba debatiendo un presupuesto que destinaría u$s25.000 millones como financiación inicial para el proyecto.

El plan busca responder a un escenario donde las amenazas con misiles, según una evaluación de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), se volvieron más sofisticadas y numerosas.
El informe identificó a China y Rusia como países que desarrollaron tecnologías para explotar vulnerabilidades en las actuales defensas balísticas de Estados Unidos.
También incluyó advertencias sobre Corea del Norte, que ya probó misiles con capacidad de alcanzar todo el territorio estadounidense, y sobre Irán, que podría disponer de un misil balístico intercontinental viable para 2035 si decide avanzar con esa capacidad.
En ese contexto, China sostuvo que el despliegue del sistema “aumenta el riesgo de que el espacio se convierta en un campo de batalla, fomenta una carrera armamentista y socava la seguridad internacional”, y pidió explícitamente a Washington que “abandone el desarrollo y despliegue de un sistema global de defensa antimisiles lo antes posible”.
La postura de EEUU
Por su parte, las autoridades militares estadounidenses advirtieron desde hace años que China y Rusia comenzaron a desplegar armas en el espacio. Informes recientes mencionan desde sistemas láser hasta satélites diseñados para desactivar o capturar aparatos enemigos.
Incluso, el año pasado, Estados Unidos advirtió sobre una posible arma antisatélite rusa con capacidad nuclear, capaz de mantenerse en órbita durante extensos períodos y lanzar un pulso que dejaría fuera de servicio a satélites cercanos.
La respuesta de Rusia a los anuncios fue más cautelosa. El Kremlin declaró que los planes de Trump requerirían consultas bilaterales con Washington, pero aclaró que se trata principalmente de “un asunto soberano”.
Esta postura contrastó con pronunciamientos anteriores del gobierno de Vladimir Putin, que había señalado que el escudo antimisiles otorgaría a Estados Unidos un motivo claro para reforzar significativamente sus capacidades de combate espacial.
Durante el anuncio, Trump también declaró ante los medios que aún no había conversado con Putin sobre el tema, pero aseguró que lo haría “en el momento adecuado”.
A principios de mes, China y Rusia emitieron una declaración conjunta en la que calificaron al proyecto Cúpula Dorada como de “naturaleza profundamente desestabilizadora”, y coincidieron en que convertiría el espacio exterior en “una arena para la confrontación armada”.