Según empresarios y funcionarios locales, la reconfiguración en el escenario económico internacional, ejemplificado por las tarifas dispuestas a Brasil, suponen amenazas y oportunidades para la Argentina y para Mendoza.

La reciente imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a las importaciones brasileñas ha generado un reordenamiento en el panorama comercial mundial, con repercusiones directas e indirectas para la economía mendocina. Mientras que Brasil, ve afectada su colocación en el mercado estadounidense, en Mendoza se analiza cómo esta situación puede convertirse tanto en una amenaza como en una oportunidad.

Tras semanas de especulación, desde Washington anunciaron unos aranceles a Brasil del 40%, más otro 10% adicional, que terminan suponiendo un coste adicional a las exportaciones brasileñas de la mitad de su coste, dependiendo del producto.

Esta decisión está concretamente movilizada por cuestiones políticas: como el dictamen de prisión domiciliaria al expresidente Jair Bolsonaro, o la posición de Brasil dentro del BRICS. Pero sus consecuencias económicas no solo afectarán al gigante sudamericano, sino que puede llegar a afectar a toda la región con Argentina y Mendoza incluidas.

Juan Viciana, titular de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM), y Rodolfo Vargas Arizu, ministro de Producción de la provincia, coincidieron en que, aunque la superposición de productos exportados directamente por Mendoza y Brasil a Estados Unidos no es significativa, el escenario de “guerra comercial” abre puertas y también plantea retos.

En este marco, el ministro destacó que el objetivo de la Provincia es lograr el arancel cero para estos productos en el mercado estadounidense. “Lo estamos trabajando con Cancillería y también con la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (Acham)”, informó.

El contacto entre el Gobierno de Mendoza y estos entes es constante. “Dos o tres veces por semana hablamos del tema“, precisó Vargas Arizu.

Las expectativas de que este “beneficio” arancelario se concrete entre la administración de Donald Trump y la Argentina están motivadas por los últimos acercamientos entre ambos estados nacionales. Viciana destacó una “corriente de afinidad impresionante” de Estados Unidos hacia Argentina.

Además, sostuvo que esto podría traducirse en acceso a tecnología y capacidad financiera de los norteamericanos y, principalmente, influir en las exportaciones argentinas como cliente o conexión a otros posibles acuerdos con más países.

Desafíos y posibles amenazas

La principal preocupación es la presión que Brasil podría ejercer sobre el Mercosur, incluyendo a Argentina y Mendoza, para colocar los excedentes de productos que no pueda exportar a Estados Unidos.

Brasil es líder en muchos productos y tiene una altísima eficiencia y escala, especialmente en:

  • Carne
  • Café
  • Azúcar
  • Cítricos
  • Combustibles

Con una potencial perdida del mercado norteamericano para sus exportaciones, los productores brasileños deberían buscar nuevos destinos comerciales. En este marco, la Argentina sería un foco ideal al que apuntarían los empresarios del país vecino.

Los puntos a favor para esto son la cercanía geográfica, las relaciones comerciales ya establecidas y la aplicación de aranceles del 0% a gran parte de las exportaciones e importaciones por ser ambos miembros del Mercosur.

Para Brasil, el lugar más cercano que tiene para colocar los excedentes es Argentina”, subrayó Viciana.

Por otro lado, la producción brasileña también se dirigirá en parte a otros focos económicos importantes como China o la Unión Europea. Esto podría generar cierta presión sobre las exportaciones argentinas, y mendocinas en el mundo, y una mayor competencia para los exportadores locales.

De esta forma, la aplicación de un 50% de aranceles a Brasil podría beneficiar a la Argentina en el mercado norteamericano, pero complicarla en el resto del mundo.

Perspectivas y estrategias

Tanto Vargas Arizu, como Viciana, recalcaron la importancia de la adaptación y la innovación para hacer frente a los desafios que traen los cambios inciados desde Washington.

Para los productos básicos la clave es la escala. La capacidad de adaptación, a veces técnica y económica, es crucial, y puede incentivarse a través de sistemas asociativos para lograr esa escala.

El titular de la UCIM subrayó la necesidad de que los gobiernos adapten la presión fiscal a la de países desarrollados para que las empresas argentinas puedan ser más competitivas internacionalmente, ya que los altos impuestos se trasladan a los costos.

Finalmente, Viciana enfatizó un “optimismo moderado“, reconociendo que los desequilibrios globales siempre generan amenazas, pero también “un montón de oportunidades”.

“Mendoza tiene la característica de haber hecho en un desierto y en una superficie ínfima la zona más desarrollada del oeste argentino con muy pocos recursos”, cerró el empresario.

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