La mitad de las personas que en Argentina convive con la enfermedad no mantiene un seguimiento preventivo que permita evitar crisis y hospitalizaciones, según especialistas

En Argentina, uno de cadaEn Argentina, uno de cada doce jóvenes convive con asma y enfrenta desafíos para controlar la enfermedad (Freepik)

Uno de cada doce jóvenes argentinos convive con asma, pero solo la mitad logra mantener la enfermedad bajo control. Esta situación, que afecta a millones de familias en el país, motivó el lanzamiento de la Campaña Nacional de Asma 2025, una iniciativa orientada informar y generar conciencia para revertir la baja adherencia al tratamiento y mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta condición crónica.

Según el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Dr. Emilio Coni – ANLIS Carlos Malbrán”, en Argentina existen aproximadamente 2,9 millones de casos de asma en menores de 20 años y 870.000 en el grupo de 20 a 44 años. Esto representa cerca de 3,8 millones de personas menores de 45 años afectadas por la enfermedad.

A pesar de la magnitud del problema, solo el 51,9% de los asmáticos de entre 20 y 44 años utiliza medicación de control diariamente, mientras que el 46,8% la emplea únicamente cuando aparecen los síntomas.

Esta falta de constancia en el tratamiento preventivo se traduce en que alrededor del 40% de los pacientes presenta asma no controlada, lo que evidencia una brecha importante entre el diagnóstico y el manejo efectivo de la enfermedad.

Campaña Nacional de Asma 2025: tratamiento preventivo y control del asma

Casi cuatro millones de personasCasi cuatro millones de personas menores de 45 años sufren asma en el país debido a la baja adherencia a los tratamientos (Freepik)

La Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) y la Sociedad de Tisioneumonología de Buenos Aires (STNBA) impulsan la Campaña Nacional de Asma 2025 bajo el lema “Controlá el Asma, controlá tu vida”.

El objetivo central es empoderar a los pacientes para que asuman un rol activo en el cuidado de su salud respiratoria, promoviendo la importancia del tratamiento preventivo continuo y el acompañamiento médico especializado. La premisa que guía la iniciativa es que un diagnóstico correcto y un tratamiento adecuado no solo mejoran la calidad de vida, sino que también pueden evitar crisis y hospitalizaciones.

El trabajo conjunto con el neumonólogo resulta esencial en este proceso. Este especialista realiza estudios respiratorios, como la espirometría, determina la gravedad del cuadro, ajusta el tratamiento y enseña el uso correcto del inhalador o la aerocámara.

Además, el seguimiento personalizado contribuye a mejorar la adherencia al tratamiento y facilita el logro de un control real de la enfermedad. La campaña subraya que la constancia en el tratamiento preventivo y el vínculo con el equipo médico son pilares fundamentales para alcanzar una vida plena y sin limitaciones.

Factores que dificultan el control del asma en jóvenes

La falta de educación sobreLa falta de educación sobre el uso diario de la medicación dificulta el control del asma en jóvenes argentinos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Diversos factores dificultan el control efectivo del asma en la población joven. Entre ellos, se destacan la falta de educación sobre el papel del tratamiento preventivo frente al de alivio, el uso incorrecto de la medicación, ya sea por no emplearla diariamente o solo ante la aparición de síntomas, dificultades técnicas en el manejo del inhalador, la percepción de que la enfermedad no reviste gravedad y el temor a posibles efectos adversos de los medicamentos.

Estas barreras impactan directamente en la continuidad del tratamiento y, en consecuencia, en el control de la enfermedad.

La falta de control del asma puede tener consecuencias importantes en la vida cotidiana de los pacientes y sus familias. Las crisis asmáticas, que pueden desencadenarse por factores como infecciones, cambios de temperatura, exposición a alérgenos o contaminación, pueden requerir atención médica urgente e incluso hospitalización.

Además, el asma mal controlada puede provocar trastornos del sueñofatiga diurna, dificultades de concentración y ausencias escolares o laborales, lo que repercute en la economía familiar y en la calidad de vida general.

Para quienes viven con asma y sus allegados, se recomienda consultar regularmente al neumonólogo, seguir el tratamiento preventivo indicado y mantener visitas periódicas al especialista. La información adecuada, la constancia en la medicación y el acompañamiento profesional son claves para evitar crisis y lograr una vida activa y sin restricciones.El acompañamiento profesional y laEl acompañamiento profesional y la constancia en el tratamiento resultan claves para alcanzar una vida sin crisis asmáticas (Imagen Ilustrativa Infobae)

“¡Controlar el asma es un desafío alcanzable! Con el tratamiento preventivo y el seguimiento médico adecuado, una persona con asma puede llevar una vida totalmente normal: practicar deportes, estudiar, trabajar y disfrutar de sus actividades cotidianas sin limitaciones”, destaca el mensaje de la campaña.

Asma en el mundo: datos de la OMS y estrategias de prevención

En el contexto internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2019 había 262 millones de personas con asma en el mundo y que la enfermedad causó 455.000 muertes ese año. El asma es la enfermedad crónica más frecuente en la infancia y afecta tanto a niños como a adultos.

La OMS advierte que la mayoría de las muertes relacionadas con el asma se producen en países de ingresos bajos y medios, donde el diagnóstico y el acceso al tratamiento son insuficientes. Por ello, la organización promueve estrategias para mejorar el diagnóstico, el tratamiento y la prevención, así como la educación de pacientes y familiares para evitar factores desencadenantes y manejar los síntomas en el hogar.

El asma, aunque no tiene cura, puede controlarse con un tratamiento adecuado que incluya broncodilatadores, corticosteroides inhalados y un seguimiento médico regular. La clave para una vida plena reside en la información, la constancia y el acompañamiento profesional.

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