El jueves al mediodía, Recursos Humanos informó de manera sorpresiva a todo el personal que de Chascomús cesaría sus actividades de inmediato
La emblemática fábrica de galletitas Tía Maruca en Chascomús bajó sus persianas de manera inmediata, dejando a 27 empleados sin su fuente laboral. Según informaron desde la empresa, en lugar de indemnizaciones se ofrecerá una “compensación económica” que será negociada directamente con los trabajadores.
El jueves al mediodía, la dirección de Recursos Humanos comunicó de forma inesperada a todos los trabajadores que la planta en Washington y Remedios de Escalada dejaría de operar de inmediato.
Retiro de insumos y tensión laboral
Después del aviso, dos camiones retiraron insumos y materia prima de la planta, lo que despertó inquietud entre los empleados, quienes temen que la ausencia de garantías complique la negociación de la compensación económica.
Aunque aún no se enviaron los telegramas de despido, los empleados consideran que quedaron cesanteados sin protección de sus derechos laborales.
El conflicto llega al Ministerio de Trabajo
El viernes se realizó una audiencia en la sede bonaerense del Ministerio de Trabajo, originalmente convocada por retrasos en el pago del medio aguinaldo. Sin embargo, el cierre de la planta de Chascomús se convirtió en el tema central de la reunión, con representantes de los trabajadores exigiendo certezas sobre su situación.
Tía Maruca ya había adoptado decisiones similares: en agosto cerró su planta en San Juan, dejando a numerosas familias sin trabajo en un contexto económico complicado.
El repudio de la CGT Regional Chascomús
Desde la CGT Regional Chascomús expresaron su “profunda preocupación” y repudiaron los despidos. “Expresamos nuestra total solidaridad con los trabajadores afectados y sus familias, quienes quedan a la deriva de manera abrupta e injustificada”, señalaron en un comunicado.
Además, responsabilizaron al contexto económico nacional por la situación: “El cierre de la fábrica es consecuencia directa de las políticas económicas implementadas por el gobierno de Javier Milei, que han generado una caída del consumo, paralización de la economía real e impacto sobre la producción y el empleo local”.
Un repaso por la historia de Tía Maruca
La empresa fue fundada en 1998 por Alejandro Ripani, quien aún conserva participación minoritaria. Ripani había iniciado su carrera en el sector de galletitas junto a su padre con la marca RC de Ramos Mejía.
En 2017, la compañía dio un paso clave al comprar la planta Dilexis en San Juan, antes de Pepsico, sumando marcas locales como Dale y Argentitas, y produciendo temporalmente las galletitas Toddy. En su punto más alto, Tía Maruca llegó a captar alrededor del 5% del mercado nacional.
Pese a su expansión, a partir de 2019 la empresa comenzó a enfrentar problemas financieros con retrasos en sueldos y deudas millonarias, que llevaron al concurso preventivo. En 2024, el grupo Argensun Foods adquirió el 50% de la compañía y asumió el control, mientras Ripani se mantuvo como socio minoritario.
Antes del cierre en Chascomús, Tía Maruca operaba cinco plantas en Buenos Aires —dos en Luján, dos en Ituzaingó y la recientemente cerrada— con una capacidad total de producción de 15 mil toneladas anuales.