Cada vez que el zonda azota Mendoza caen árboles; se suman víctimas y la discusión vuelve: ¿responsabilidad del viento o de un sistema que no funciona? detrás de cada tronco quebrado hay una deuda ambiental, tecnológica y social.

El pasado 26 de septiembre, el viento zonda azotó la provincia, provocando más de 400 intervenciones de los municipios, entre voladuras de techos y caídas de árboles. Sin embargo, la tragedia golpeó especialmente en el departamento de Maipú, donde una mujer de 37 años, identificada como Alejandra Funes, falleció aplastada por la caída de un árbol sobre el auto en el cual circulaba por calle Rawson del citado departamento.
A raíz de esto, la Municipalidad de Maipú, por medio del Concejo Deliberante, declaró la emergencia fitosanitaria por el estado del arbolado público, comenzando con la erradicación de ejemplares que se encuentran en malas condiciones.
La trágica muerte de Alejandra Funes pone de relieve la importancia del cuidado del arbolado público, teniendo en cuenta la peligrosidad de fenómenos climáticos bastante habituales en la provincia, como es el viento zonda.

El árbol como infraestructura viva
La Ley 7874 de la provincia de Mendoza regula la protección del arbolado público y define, entre diversos puntos, las autoridades de aplicación de la norma y la concientización ciudadana en el cuidado del arbolado de la provincia.
Juan Pablo Daruich es Ingeniero Agrónomo, al ser consultado por Diario Mendoza Today fue claro en destacar la importancia del compromiso ciudadano en el cuidado del arbolado.
“Durante los últimos 20 años se han erradicado muchos árboles y no se han vuelto a plantar, por eso hoy la realidad de nuestro arbolado público es que necesita que nosotros como habitantes también nos comprometamos, hace 20 años atrás en la cuadra de mi casa había 40 árboles, hoy queda la mitad”.
Un punto a destacar en el cuidado y responsabilidad social es en la poda de los ejemplares, que debe ser realizada por las autoridades competentes especificadas en la ley. Respecto a esto, el ingeniero indicó: “muchas veces los mismos vecinos toman la poda del árbol, el vecino no tiene que tocar el Arbolado Público. Muchas veces gente inexperta o gente con otro tipo de conocimiento de realiza la poda”.
Y añadió: “te doy un ejemplo: podan el arbolado público como si fuera un frutal; eso es un error, porque lo que va a hacer eso es acortar la vida útil de ese árbol, lo va a debilitar, lo va a hacer propenso a enfermedades. Por eso los municipios son los que toman la tarea de la poda del arbolado, porque tienen personas especializadas y son tareas que tienen que hacerse pensando en arbolado público y no podándolo como otras especies”.
Los árboles urbanos no son una mera decoración, son un aparte vital de nuestro ecosistema y en este sentido, el Ingeniero Daruich expresó: “Hay que pensar qué nos aporta el arbolado público. Un árbol en un año enfría igual que 10 aires acondicionados; puede absorber hasta 3.000 litros de agua de lluvia y filtrar hasta 28 kilos de contaminación de smog que después tenemos en nuestra casa y obviamente respiramos”.

Las acequias, orgullo mendocino
Una característica que identifica a la provincia de Mendoza es el complejo y extenso sistema de acequias, legado Huarpe que servía y sirve para canalizar el agua que desciende de los ríos y la que se obtiene con las escasas precipitaciones que se producen.
Las acequias, como parte del sistema del arbolado público, deben cumplir con ciertas características para que desempeñen su función.
Respecto a esto, el ingeniero Daruich expresó: “Nuestras acequias deberían ser semipermeables, no deberían ser cien por ciento de cemento, sino que deberían ser por cada metro permeable, un metro impermeable, para que esa agua que viene de lluvia y que corre por las acequias de Mendoza filtre y el arbolado público tome el agua de ahí para que después no se meta en las cañerías buscando humedad”.
Y añadió: “Entonces también es responsabilidad de los nuevos emprendimientos, las empresas, que construyen barrios, nosotros como vecinos. Si tengo que hacer la vereda nueva y la acequia tener en cuenta estos parámetros que rigen en una ley que se debería respetar en todo Mendoza”.
El censo del arbolado público y la experiencia de Junín
En el año 2018, la Municipalidad de Junín, junto con el INTA y las empresas Aerotec y Argenconsult realizaron un censo del arbolado público en los distritos de Junín Capital, Barriales y Colonia. Marcos Montoya es Ingeniero Agrónomo, se desempeña en el área de Geomáticas del INTA y fue uno de los encargados de la realización del censo.
“El relevamiento del arbolado en Junín tuvo varias etapas. la primera era un relevamiento in situ, donde íbamos con una aplicación que habíamos desarrollado, una aplicación sencilla, de software libre, donde tomábamos la ubicación de cada árbol en el espacio y algunas características: altura, diámetro de tronco, estado sanitario, ahí veíamos algún daño particular”.
El ingeniero explicó que se contaba con una imagen de cada árbol y en el caso de tener algún daño se marcaba, como así también el riesgo que representaba. Toda la información se encontraba a disposición del municipio para la toma de decisiones.
Con esta información se realizó una plataforma donde se podía acceder a cada uno de los árboles y ver qué características tenía, foto y cualquier dato de interés. En ese momento, toda la información se utilizó para la toma de decisiones respecto al manejo de la poda y erradicación de árboles enfermos, lo cual quedó a cargo de la Municipalidad de Junín.
Luego de este censo se realizó otro que dio origen a la aplicación mi árbol, la cual con una interfaz similar a Google maps, se puede recorrer el mapa del Gran Mendoza y ver la cantidad de árboles y el estado en el que se encuentran
Respecto al actual trabajo que se está realizando, el ingeniero indicó: “hay un financiamiento del Gobierno de la Municipalidad de la Capital, que se llama Fondo Verde, nosotros ahí presentamos dos proyectos: uno, es el uso de los datos justamente de este censo. y el desarrollo de una aplicación que la tenemos bastante avanzada, que es el Registro Ciudadano de Árboles Enfermos o Árboles Dañados”.
Y agregó: “Vos podés, dentro de la aplicación, georreferenciar un árbol, indicar que tiene una rama quebrada, por ejemplo, sacar una foto y entregarla al municipio. Yo calculo que en unos cuatro o cinco meses va a estar disponible”.
“Nosotros lo planteamos a nivel de la Municipalidad de Capital, que es la que financiaría el proyecto. Todavía no hemos salido seleccionados, pero si ocurre podemos tener una demo funcional en el corto plazo”.
Respecto al proyecto que se está realizando, si bien inicialmente se utilizaría a nivel de Capital, indicó que podrían hacerlo para el Gran Mendoza.
Acciones a futuro
La trágica muerte de Alejandra Funes y la ocurrencia de fenómenos climáticos extremos como el viento zonda hacen cuestionar si es posible anticipar la caída de un árbol. En este sentido, el ingeniero Montoya explicó: “Hay varias cosas que tenés que ver. El sistema radicular, (raíces) que no lo podés ver, lo podés estimar por el desarrollo de una planta. Si tiene una rama seca, algún problema hay. Es decir, por la parte aérea podés reconocer algo, lo más importante es ver cuando tenés el tronco que tiene una parte que está seca, eso sí se ve porque está hueco”.
Y finalizó: “el tronco que tenga mucha inclinación, alguna rama que está quebrada, aunque no se haya caído. Pero después hay árboles que no te vas a dar cuenta, que se caen y no sabías que estaban mal. Eso también puede pasar. No hay una forma muy exacta de poder decir, bueno, este árbol se va a caer”.