De acuerdo con Mejor con Salud, es una fuente de proteínas, yodo, fósforo, potasio, vitamina B6 y compuestos sulfurados, destacando la alicina.
Ajo, alimento. Foto: Unsplash
Un ingrediente tan común en la cocina como el ajo crudo, no solo aporta un sabor distintivo a nuestras comidas. Además ofrece una serie de beneficios para la salud.
El ajo crudo, de acuerdo con Mejor con Salud, es una fuente de proteínas, yodo, fósforo, potasio, vitamina B6 y compuestos sulfurados, destacando la alicina.
Esta última es una sustancia reconocida por sus propiedades medicinales que puede combatir diversos patógenos como bacterias, virus y hongos, fortaleciendo así el sistema inmunológico y previniendo infecciones.
Hay más estudios que avalan su poder nutricional. National Library of Medicine (NLM) de Estados Unidos confirma que puede prevenir enfermedades tanto comunes como graves, incluyendo enfermedades cardiovasculares, presión arterial alta y diabetes.
Formas de incorporarlo a la dieta
- Triturar el ajo y rociarlo con aceite o miel ayuda a reducir su fuerte sabor, además de liberar la alicina, un compuesto activo con propiedades medicinales
- Antes de consumirlo, se aconseja dejarlo reposar el ajo triturado durante al menos 10 minutos para permitir que las enzimas actúen y aumenten la producción de alicina
- Consumirlo en ayunas
- Agregarlo a jugos o licuados
Mezclarlo con ingredientes como limón, manzana y jengibre puede ayudar a equilibrar su sabor.
Ajo, alimento. Foto: Unsplash
La combinación de ajo triturado con miel suaviza su sabor, también aprovecha las propiedades beneficiosas de ambos ingredientes convirtiéndose en un poderoso refuerzo para el sistema inmunológico para combatir gripes, resfriados y otras enfermedades respiratorias.