Tras el golpe de marzo, las estimaciones prevén que la economía recuperará su sendero de crecimiento. Sin embargo, el perfil de esta reactivación contiene riesgos en términos sociales y de estabilidad macro.

Los últimos datos oficiales sobre actividad económica mostraron que en marzo hubo una brusca interrupción de la recuperación que se venía observando en los meses previos. Si bien muchas consultoras esperan que, con la mayor calma cambiaria, la economía retome el sendero de crecimiento, el perfil de este rebote enciende dos grandes alarmas: su escaso impacto en la generación de empleo y la mayor exigencia de dólares por el avance de las importaciones.
En el tercer mes del año el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del INDEC se contrajo un 1,8% mensual, lo cual significó el primer retroceso en casi un año y el más profundo desde 2023. El declive se dio en medio de las crecientes dudas sobre la sostenibilidad del esquema cambiario que venía aplicando el Banco Central (BCRA), en el marco de las negociaciones entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para cerrar un nuevo acuerdo.Informate más
Para los próximos meses las estimaciones privadas son más optimistas. EcoGo, LCG y Econviews, por ejemplo, prevén que el dato de abril va a dar positivo, impulsado por una mejora en indicadores vinculados al comercio y la construcción (con los créditos y las escrituras arrojando fuertes avances).
Por el contrario, Equilibra pronosticó una nueva baja para el cuarto mes del año, debido a que la estabilización post acuerdo con el FMI tardó en llegar y a la débil producción del sector agropecuario por magras condiciones climáticas. No obstante, para mayo sí estiman un mejor número.
En términos generales, los analistas ven que la mayor certidumbre que trajo el nuevo esquema cambiario, con una devaluación menor a la esperada, y la desaceleración de la inflación contribuyeron a motorizar nuevamente la economía. No obstante, la mayoría ve en el estancamiento de los salarios reales una seria traba al consumo, que podría ponerle un techo al dinamismo de la actividad.
El modelo de crecimiento de Milei golpea a sectores muy intensivos en empleo
Además, desde la Gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia advirtieron que, aún en caso de que la economía retome sus mejoras, el modelo de crecimiento del Gobierno de Javier Milei premia a sectores poco intensivos en empleo, lo cual es un problema teniendo en cuenta que en los últimos meses se perdieron muchos puestos de trabajo.
Al respecto, un informe de la entidad exhibió que los sectores con mejor performance (el agro, el energético y el minero) explican un 13% del Producto Bruto Interno (PBI), pero apenas el 7% del empleo formal. En contraste, los rubros más golpeados (construcción, industria y, en menor medida, el comercio), tienen un mayor peso en el empleo (45%) que en el PBI (35%), pese a que en esta última variable también son muy relevantes.

Fuente: Gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia.
Desde el Provincia aclararon que “todos estos sectores son importantes para el entramado productivo argentino y nuestras posibilidades de agregado de valor, y lo ideal sería que todos crezcan”, Sin embargo, acotaron que entre 2012 y 2025 casi nunca ocurrió que todas las actividades crezcan en simultáneo, por lo cual “priorizar a una u otra rama de actividad, entonces, tendrá un impacto disímil sobre los ingresos y la calidad de las relaciones laborales“.
Este carácter poco intensivo en generación de empleo de los rubros más pujantes también influye, según el trabajo mencionado, en el deterioro de los salarios, que para los trabajadores formales del sector privado aun se encuentran un 2% por debajo del promedio de3 2023, en términos reales, mientras que entre los estatales se verifica un derrumbe de casi 20%.
Los sectores exportadores lideran la recuperación, pero las importaciones crecen a un mayor ritmo
El análisis del Provincia destaca que este modelo de crecimiento debería ser favorable en términos de acumulación de divisas, ya que entre los ganadores resaltan sectores exportadores, mientras que los perdedores suelen consumir más dólares de los que generan. No obstante, esto no pareciera estar reflejándose en la realidad, dado que las importaciones vienen subiendo muy por encima de lo que lo hace la actividad económica.

Fuente: Gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia.
“La apreciación cambiaria y la flexibilización de aranceles y otras barreras comerciales, especialmente en el segmento de bienes finales, explican esta dinámica”, sostuvieron. El proceso de atraso cambiario y apertura comercial no parece estar cerca de su fin, por lo cual no hay demasiados elementos para avizorar que esta relación no va a mantenerse en los próximos meses. En paralelo, la sustitución de producción local por productos importados también aportará al rezago del empleo respecto de la evolución de la demanda agregada.
En resumen, luego de un marzo muy crítico, volvieron a aparecer buenas señales en materia de actividad económica. Aun así, la forma de esta recuperación no luce virtuosa en términos de empleo y salarios, a la vez que la apertura comercial y el dólar barato también dificultan la superación de la restricción externa.