People queue to buy fuel outside a petrol station in La Paz on October 20, 2024, as main roads are blocked by supporters of former President Evo Morales to prevent his possible arrest for alleged child sex abuse. - Elected Bolivia's first Indigenous president in 2006, Morales claims the allegations against him were fabricated by the Arce government to discredit him. (Photo by JORGE BERNAL / AFP)

Con varias carreteras bloqueadas, Bolivia está semiparalizada por las protestas de campesinos que desde hace nueve días piden «el cese de la persecución judicial» contra su líder, Evo Morales, investigado por presunto abuso de una menor cuando era presidente.

Los cierres viales incomunican Cochabamba con La Paz, Oruro, Potosí, Sucre y Santa Cruz. En La Paz, la capital y sede de gobierno, la protesta ha elevado los precios de la canasta básica y se forman largas filas en torno a las gasolineras.

Este miércoles, choferes de transporte público interrumpieron el tránsito en decenas de rutas de la ciudad para reclamar por la escasez de combustibles. 

«Ya no podemos trabajar (…). Algunos han dormido en la fila toda la noche», dijo Juan Mamani, chofer de bus de 53 años.

El gobierno del presidente Luis Arce culpa a los partidarios de Morales de impedir la distribución. Cientos de camiones cisternas están varados en las carreteras tomadas por los manifestantes.

El silencio de la fiscalía sobre la «aprehensión» que anunció contra Morales, investigado por «estupro, trata y tráfico de personas», aprieta aún más el nudo que inmoviliza a Bolivia.

Enfrentados por la candidatura presidencial de la izquierda oficialista para las elecciones de 2025, Morales acusa a su exministro Arce de intentar «proscribirlo» con la apertura de investigaciones penales. 

Aunque las protestas comenzaron con la intención de evitar la posible captura del líder aimara, ahora exigen que Arce encuentre una salida a la crisis derivada de la falta de dólares y combustibles.

«La cultura política de Bolivia en general es demasiado caudillista (…). Todo eso hace que este sea un escenario donde concertar, dialogar, pactar, es casi imposible», explica Daniel Valverde, profesor de ciencia política de la universidad René Moreno.

Los colectivos próximos al líder cocalero enviaron una carta a Arce para exigir, además del «cese de la persecución judicial» del líder aimara, su reconocimiento como candidato oficialista y la derogación de un paquete de normas.

«No vamos a ceder ante quienes quieren incendiar el país para protegerse de acusaciones personales ante las cuales deben dar la cara», respondió Arce. 

Los bloqueos pasaron de cuatro a 21 puntos desde el inicio de las protestas.

Hasta ahora se reportaron enfrentamientos en Parotani, Pojo, Epizana y Caracollo, en Cochabamba. En Puente Ichilo, en Santa Cruz, unos 700 policías desbloquearon el martes la vía con gases lacrimógenos.

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