Una nueva tecnología permite que los autómatas detecten información sobre su entorno de una forma similar a las personas.

Los robots podrán añadir una "piel" altamente sensible, como un guante. Foto: Reuters/Tingshu WangLos robots podrán añadir una “piel” altamente sensible, como un guante. Foto: Reuters/Tingshu Wang

Investigadores de las universidades de Cambridge y del College de Londres (UCL) desarrollaron una “piel” robótica duradera y altamente sensible que se puede añadir a las manos de un robot como un guante. Esto permite que los autómatas detecten información sobre su entorno de una forma similar a los humanos.

Se trata de un avance muy importante para los científicos, que crearon esta piel flexible y conductora, fácil de fabricar y que se puede fundir y moldear en una amplia gama de formas complejas.

La tecnología avanza rápidamente en los robots. Foto: Reuters/Tingshu WangLa tecnología avanza rápidamente en los robots. Foto: Reuters/Tingshu Wang

Las pieles electrónicas funcionan convirtiendo la información física, como la presión o la temperatura, en señales electrónicas. En la mayoría de los casos, se necesitan diferentes tipos de sensores para distintos tipos de contacto (uno para detectar la presión, otro para la temperatura, etc), que luego se incorporan a materiales blandos y flexibles. Sin embargo, las señales de estos sensores pueden interferir entre sí y los materiales se dañan fácilmente.

Por el contrario, a diferencia de otras soluciones, esta piel electrónica es en su totalidad un sensor, “lo que la acerca más a nuestro propio sistema sensorial: nuestra piel”, resume un comunicado de la Universidad de Cambridge.

Y es que, aunque la piel robótica no es tan sensible como la humana, puede detectar señales de más de 860.000 diminutas vías en el material, lo que posibilita que reconozca diferentes tipos de tacto y presión, como el toque de un dedo, una superficie caliente o fría o daños causados por cortes o pinchazos.

Para crearla, los investigadores fundieron un hidrogel a base de gelatina, suave, elástico y conductor de la electricidad, y le dieron la forma de una mano humana

La importancia de un nuevo avance en la tecnología de los robots

Los científicos utilizaron los datos recopilados durante muchas pruebas para entrenar un modelo de aprendizaje automático, de modo que la mano reconociera el significado de los diferentes tipos de tacto. Los autores admiten que aún no alcanzaron el nivel en el que la piel robótica sea tan buena como la humana, pero “creemos que es mejor que cualquier otra cosa que exista en este momento”, afirma Thomas George Thuruthel, de la UCL.

Los autores creen que, además de las posibles aplicaciones futuras para robots humanoides o prótesis humanas (en las que el sentido del tacto es vital), esta piel robótica de bajo costo podría ser útil en sectores tan variados como el automovilístico o el de ayuda en casos de catástrofes.

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