No se logró una mayoría de dos tercios entre los cardenales para elegir al sucesor de Francisco

Humo negro salió de laHumo negro salió de la chimenea de la Capilla Sixtina, indicando que no se ha elegido a un nuevo papa, en el Vaticano este 7 de mayo de 2025 (REUTERS/Yara Nardi)

Una espesa humareda negra se elevó este miércoles hacia las 19:00 GMT del tejado de la Capilla Sixtina, señal de que los 133 cardenales encerrados en su interior no lograron escoger al sucesor del papa Francisco.

Miles de curiosos y fieles se agolparon en la Plaza de San Pedro para conocer el resultado de esta misteriosa y secreta reunión.Fieles en la Plaza deFieles en la Plaza de San Pedro reaccionaron ante el humo negro en el Vaticano este 7 de mayo de 2025 (REUTERS/Eloisa López)

La primera votación del cónclave que comenzó este miércoles se saldó con una fumata negra, lo que significa que no hubo mayoría de dos tercios entre los cardenales para la elección del nuevo Papa.

El humo negro comenzó a salir de la chimenea más de tres horas después de que empezara formalmente el cónclave.Humo negro salió de laHumo negro salió de la chimenea de la Capilla Sixtina, indicando que no hubo acuerdo sobre la elección de un nuevo Papa, en el Vaticano este 7 de mayo de 2025 (REUTERS/GUGLIELMO MANGIAPANE)

Los 133 cardenales menores de ochenta años volverán a reunirse este jueves desde las 9:00 horas para nuevas votaciones.

Está previsto que tengan lugar dos votaciones por la mañana y otras dos por la tarde y, si en las primeras de cada turno no hay acuerdo sobre un nombre, solo habrá dos fumatas, previsiblemente no antes de las 12:00 y las 19:00 horas locales (10:00 y 17:00 GMT, respectivamente).

Si hubiera una fumata antes de esas horas sería indicativo de que los cardenales han otorgado la mayoría de dos tercios a uno de ellos, que está fijada en 89 votos.Los cardenales volverán a reunirseLos cardenales volverán a reunirse este jueves para la segunda votación (REUTERS/Marko Djurica)

Este miércoles, antes de cerrar las puertas, los cardenales juraron ante los Evengelios guardar “el secreto” sobre “todo lo que ocurre en el lugar de la elección concerniente directa o indirectamente al escrutinio”, entre otras cosas.

Más de 30.000 personas, según fuentes policiales, acudieron a la Plaza de San Pedro para presenciar la primera fumata del cónclave. Había muchas expectativas este miércoles, alimentada por la duración de esta primera votación.

Todas las miradas se dirigían hacia la chimenea sobre la Capilla Sixtina, en cuyo tejado una gaviota (a veces dos) se posó durante gran parte de la tarde, como espectadora más cercana del evento.

Los 133 cardenales electores quedaron aislados del mundo, sin acceso a internet, teléfonos, televisión o la prensa, hasta que escojan un nuevo pontífice. Frente a los magníficos frescos del Miguel Ángel, los purpurados votarán “en presencia de Dios” bajo solemne silencio.

Cada cardenal escribe el nombre de su candidato, dobla la papeleta y la coloca en un plato de plata, que se usa para depositarla en una urna ubicada precisamente a nivel de la imagen del Juicio Final. Las papeletas se queman en una estufa con ayuda de químicos para dar el color del escrutinio.

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