Miqueas Burgoa fue demorado en General Alvear por la infracción. Este martes, el bloque de ediles radicales confirmará si lo destituye o lo salva.
El concejal Miqueas Burgos puede considerarse un “outsider” en el radicalismo de Guaymallén, pero desde este fin de semana está en boca de todos porque protagonizó un escándalo en General Alvear al ser demorado por conducir en estado de ebriedad. Ahora, se encuentra entre la espada y la pared: su situación puede comenzar a definirse este martes por la mañana en el Concejo Deliberante de ese departamento.
A partir de las 9, el bloque de ediles de la UCR tendrá una reunión clave: consensuar una postura sobre si piden la destitución de Miqueas o le salvan la ropa.
Estarán todos, empezando por Verónica Cancela, la presidenta del cuerpo legislativo que ha sido la única que lo ha bancado públicamente, a diferencia de la postura que tomó el intendente Marcos Calvente, que dijo que lo echaría -si estuviera en sus atribuciones-.
Este cónclave morado puede ser decisivo para el futuro político de Burgoa. Fundamentalmente, porque el radicalismo tiene mayoría en el Concejo. Con Burgoa, son 8 ediles. Se necesitan los dos tercios para su destitución y la oposición ha reaccionado en consecuencia respecto al escándalo.
El peronismo directamente ha pedido su renuncia, mientras que la Unión Mendocina solicitó incluso que Calvente explique si se usaron fondos del Ejecutivo municipal para asistir a la paella radical que se hizo el viernes por la noche en Alvear, previo a la Fiesta de la Ganadería. Es decir, el escándalo generó más ruido político.

En otras palabras, los números para sacarlo de la función pública están asegurados si el radicalismo de Guaymallén así lo decide.
Hasta el momento Burgoa ha mantenido silencio. No se ha comunicado con sus compañeros de bloque. Pero todo este escenario hipotético que se trazó lo tiene fuera de la ecuación, porque el oficialismo está esperando que tenga un gesto. El de renunciar por voluntad propia para evitar que el escándalo tome otra dimensión.
En la dinámica radical de Guaymallén, Burgoa es considerado más “flexible” en relación al oficialismo. A veces asiste a las reuniones como las que está pautada para este martes, pero en otros casos se ha mantenido al margen. Si bien en general apoya la gestión de Calvente, hoy se autopercibe “yayista”, es decir, con una cierta afinidad política por Ulpiano Suarez, por lo que puede verse en su perfil de X.
Hay razones para entender, por otra parte, por qué Cancela optó por arrojarle un salvavidas y por qué sus propios compañeros de bloque pueden pedir que deje su banca.
Cancela le debe a Burgoa haberse abstenido en una votación crucial. A principios de febrero, el Concejo Deliberante tenía que votar por sus autoridades: o la continuidad de Cancela al frente del legislativo municipal o apostar por una nueva figura. La decisión de Miqueas sorprendió en ese momento a sus compañeros de bancada, quienes apostaban por otra radical, Juana Allende, para la conducción del Concejo.
Sin ese voto, Cancela mantuvo la presidencia en medio de una interna importante entre Calvente y Marcelino Iglesias, el ex intendente y actual senador provincial. Hay otro detalle político aparte, aunque no tiene que ver con la suerte de Burgoa: el concejal fue demorado junto con Emiliano Gobbi, asesor de Iglesias. Cancela volvió recientemente de un viaje y en la reincorporación al trabajo explotó esta bomba política.
Por la misma razón, el oficialismo encontró la circunstancia perfecta para dejar afuera del recinto a Burgoa. Y aseguran que tienen los argumentos jurídicos en la ley orgánica de municipalidades para destituirlo.
El artículo 66 de la norma señala: “El intendente y los concejales podrán ser denunciados ante el concejo deliberante, ya sea por uno de sus miembros o por un elector del municipio respectivo, por desorden de conducta, abuso en el manejo de los fondos municipales, transgresiones u omisiones en el desempeño de sus cargos o por actos de indignidad o desacato contra el cuerpo“.
Este martes a la vez hay reunión de comisión, pero el escándalo no podrá ser abordado, básicamente porque los temas ya están en agenda y no puede alterarse la orden del día. Todo esto, mientras se realizan los festejos por el 167 aniversario del departamento este martes 13 de mayo, y que tendrá diversas actividades en la calle Libertad.
Así, habrá que ver si la situación de Burgoa se impone en la próxima reunión del Concejo Deliberante, entre el miércoles o jueves.
Si Burgoa renuncia o lo destituyen, ya tiene reemplazante: según la lista, sería Alejandra Rojas, militante de Libres del Sur. Estuvo sexta en la lista de concejales que encabezaba (paradojas de la vida) el cuestionado Burgoa.