Martín Bresciani, presidente de la Cámara de Comercio Automotriz del país trasandino, advirtió sobre las “dificultades y vacíos legales” que enfrentan los mendocinos que buscan adquirir vehículos 0km y usados.

La flexibilización en la importación de autos 0km y usados para particulares anunciada por el gobierno nacional despertó un creciente interés entre los automovilistas de Mendoza y otras provincias limítrofes a Chile. Sin embargo, desde el sector automotor del país trasandino advirtieron que la implementación aún “no está clara ni garantizada”.

El presidente de la Cámara de Comercio Automotriz de Chile (Caven), Martín Bresciani, dejó en claro que actualmente existen “dificultades y vacíos legales” que enfrentan los mendocinos que buscan adquirir vehículos del otro lado de la cordillera de los Andes. Esto sumado a que el Ejecutivo nacional no ha publicado aún la “letra chica” sobre cómo será el proceso.

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No existe un reglamento binacional que permita implementar de manera formal y segura la exportación de autos, ni nuevos ni usados, desde Chile hacia Argentina”, sentenció en diálogo con El Sol

Al margen de que propuesta se presentó como un trámite “ágil y sencillo”, según Bresciani las concesionarias chilenas solo disponen de vehículos nacionalizados, es decir, ya ingresados al mercado con el IVA y el impuesto internacional pago. Por lo tanto, no cuentan con unidades disponibles para una exportación directa.

“Nosotros no tenemos stock que esté en aduana y que sea reexportable. Vendemos autos para el mercado local, con todos los impuestos chilenos ya pagos. Pero no existe un formulario que pueda garantizar a los futuros compradores argentinos poder irse con el auto de nuestro país”, ejemplificó. 

Para que un mendocino pueda importar o adquirir de forma presencial un vehículo del lado chileno y posteriormente sacarlo del país, esa persona debe estar inscripta en el Registro Nacional de Vehículos Motorizados de Chile. Y aún en ese caso, el auto solo puede ser sacado temporalmente por un período máximo de seis meses”, como estipulan las normas aduaneras.

“El anuncio sonó bien en la prensa, pero no hay procedimientos, reglamentos ni acuerdos binacionales que permitan ejecutarlo. Hoy por hoy, es solo un anhelo, no una realidad aplicable, indicó el presidente de la Cámara de Comercio Automotriz de Chile. 

Lejos de criticar la iniciativa, los referentes del sector concluyeron que -para un correcto funcionamiento- la clave sería elaborar un acuerdo entre terminales automotrices y gobiernos. ¿Por qué? Porque es allí donde se incluirían los procesos claros de exportación, documentación, exención de impuestos duplicados y, sobre todo, garantías para el consumidor argentino.

Riesgos para los consumidores 

Otra cuestión a analizar es el vacío legal en materia de defensa del consumidor. Esto ocurre debido a que aquellos que compren autos en Chile para uso en la provincia podrían perder acceso a garantías y repuestos, generando un problema en caso de el vehículo adquirido presente fallas.

“No todos los modelos que se venden en Chile son iguales a los que se comercializan en Argentina. Las versiones pueden diferir en motores, filtros o componentes clave. Eso puede dejar al usuario sin soporte técnico ni garantía”, concluyó Martín Bresciani.

La comparación de precios

En cuanto a números, el precio del Fiat Cronos en Argentina, para la versión Like 1.3 GSE, es de $23.641.000. La versión Drive 1.3 GSE Pack Plus tiene un precio de $27.751.000.

El mismo modelo, pero en Chile (el cual puede variar según el modelo y las características) oscila entre los $14.400.000 y los $17.600.000. En la versión usado, los precios son más bajos, con opciones disponibles desde $7.600.000 hasta $10.950.000, según el sitio Chileautos.

Ford Fiesta 1.6 Titanium.

Otro ejemplo es el de un Ford Fiesta 1.6 Titanium 2016, que en el país trasandino se puede conseguir a través de la página Kavak por un total de $8.822.000 (realizando el cambio correspondiente). Una unidad que en Argentina se puede adquirir desde los $14.000.000

Volkswagen Gol.

Un ejemplar muy buscado en Argentina es el Volkswagen Gol. Un modelo 2022 de este auto en Chile cuesta $10.316.000 en Kavak. En nuestro país llega a alcanzar un valor cercano a los $19.900.000.    

El costo de importar

Un importador posee un margen que varía entre el 15% y el 30%, puesto que de ahí se pagan todos sus costos, que van desde impuestos salariales, consumos, logística, publicidad, entre otros. Cada automotriz tiene su forma de acceder según la envergadura como compañía. Un pequeño importador suele tener una estructura más reducida.

Al tratarse de un particular, algunos costos se reducen, como el margen de ganancia de la marca y el del concesionario. Pero hay otros que se encarecen, como el precio al que lo compra en el país de origen. Esto último radica en que las fábricas no venden autos a los particulares y lo deben comprar en un concesionario a un precio mayor que incluye la ganancia del fabricante y la de la propia agencia.

Por último, se debe tener presente que el flete y el seguro son más caros porque se trata de una sola unidad y no un lote. Es decir, un auto que el importador compra en Europa por USD 15.000, un particular lo pagará por lo menos USD 20.000 y traerlo tendría un precio aproximado entre los USD 40.000 y los USD 45.000.

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