La población de las zonas mineras de litio se siente excluida de los planes del gobierno. Al igual que otros grupos políticos y sociales. La gente teme que la extracción de litio cause daños medioambientales. El descontento llevó a varias protestas. Los contratos para la extracción de litio aún deben ser aprobados por la Asamblea Legislativa de Bolivia.