Hoy más de 50 países tienen acuerdos para la transferencia de reducciones por artículo 6 del Acuerdo de París, pero Argentina no avanzó en ningún convenio todavia. Si adhiere al Artículo 6, se abre una oportunidad única para inversiones y el crecimiento de sectores estratégicos.
La COP29 (29° Conferencia de las Partes (COP)) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) comenzó la semana pasada en Bakú, Azerbaiyán y finaliza el 22 de este mes. Durante este encuentro, los jefes de Estado, presidentes y representantes de más de 190 países se reúnen con el fin de avanzar en las negociaciones que den respuesta a la crisis climática global.
Según un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) -publicado en junio de 2024- hay un 80 % de probabilidades de que la temperatura media anual del planeta supere en 1,5 °C los niveles de la era preindustrial. En semejante contexto, la COP29 abordará temas clave como las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), los mercados de carbono bajo el Artículo 6 del Acuerdo de París, las medidas de adaptación y el financiamiento climático.
Desde la Mesa Argentina de Carbono -creada a mediados de 2022 con el objetivo de posicionar a la Argentina en los mercados de carbono a nivel regional y global– se destaca la importancia de que Argentina pueda tomar su lugar de innegable privilegio en materia de mercados de carbono, tanto en el ámbito regional como internacional.
“El sector privado ha avanzado en proyectos para transferencia de reducciones con países como Suiza y Suecia, pero falta el acompañamiento necesario por parte del gobierno nacional para concretarlos. Dado que la Mesa ha impulsado la Red Latinoamericana de Asociaciones de los Mercados de Carbono, se tiene conocimiento de los procesos que están llevando países de la región al respecto, quedando Argentina muy relegada en este aspecto”, sostuvieron en un comunicado enviado a Energy Report.
“En el marco de los compromisos internacionales adquiridos por nuestro país y en alineación con el Acuerdo de París, es crucial que Argentina acelere el desarrollo de una estructura robusta para implementar el Artículo 6 del pacto”, consideró Juan Pedro Cano, coordinador de la Mesa.
“Los mercados de carbono internacionales pueden financiar muchos proyectos de reducción de emisiones en Argentina que hoy no son viables a través de los mercados voluntarios. Es primordial que nuestro país -el Gobierno nacional con el acompañamiento del sector privado- facilite acuerdos y canales de negociación con otros países para potenciales transferencias internacionales de reducciones de emisiones”, completó el directivo.
Sin embargo, desde la Casa Rosada por ahora enviaron señales contrarias a esta oportunidad única para atraer inversiones nacionales y extranjeras y fomentar el crecimiento de sectores estratégicos como energías renovables, la eficiencia energética, la gestión forestal y agropecuaria sostenible. El presidente Javier Milei ordenó retirar la misión argentina en el tercer día de la cumbre mundial del clima de la ONU (COP29) que se celebra en la ciudad de Bakú, capital de Azerbaiyán, y generó “gran conmoción” entre las delegaciones internacionales.
Por qué es importante el artículo 6 del Acuerdo de París
Esta sección del acuerdo establece las bases para el mercado global de carbono y promueve la cooperación internacional en la mitigación del cambio climático mediante acuerdos bilaterales de transferencia de reducciones de emisiones. Varios países de la región, como Colombia, Chile y Uruguay, ya han avanzado en la firma de estos acuerdos bilaterales con países europeos y asiáticos, como Suiza, Japón, Singapur y Suecia, asegurando su lugar en la mesa de negociaciones y fortaleciendo sus posiciones en el mercado global de carbono.
La implementación del Artículo 6 ofrece a Argentina una oportunidad única para atraer inversiones. Sin embargo, la falta de un marco regulatorio y estrategia de posicionamiento nacional que permita y facilite estos acuerdos, coloca al país en una posición de desventaja respecto a otros países de la región, que ya están en conversaciones avanzadas para aprovechar los beneficios económicos y ambientales de los acuerdos bilaterales de carbono. Estos acuerdos no solo generan ingresos adicionales, sino que también posicionan a los países firmantes como líderes en innovación climática y sostenibilidad.
Por otro lado, se observa que se empiezan a cerrar puertas del mercado voluntario y de CORSIA (medida mundial basada en el mercado diseñada para compensar las emisiones de CO2 procedentes de la aviación internacional) si el país no empieza a generar la estructura necesaria para implementar el Artículo 6 del Acuerdo de Paris.
Interesados en comprar créditos o invertir en desarrollo de proyectos en Argentina preguntan respecto a cómo el país se está preparando para implementar dicho artículo. De hecho, algunos de ellos lo piden como algo “deseable” y otros como requisito excluyente. Básicamente el mercado voluntario se está achicando para los proyectos en Argentina con la situación actual.
“Es fundamental que Argentina no quede al margen en esta oportunidad histórica. El liderazgo en el Artículo 6 del Acuerdo de París no solo dependerá de la voluntad de sus socios internacionales, sino también de la capacidad de nuestro país para establecer las bases normativas necesarias y fortalecer sus relaciones diplomáticas con países interesados en colaborar bajo este mecanismo. Cada año que pasa sin avances significativos representa una pérdida potencial de inversiones y oportunidades de desarrollo sostenible, así como una disminución en la competitividad climática del país”, remarcó Cano.
Cuánto dinero pierde la Argentina por no impulsar proyectos de captura y reducción de emisiones
Según datos de la Mesa de Carbono, desde 2005 el valor total de los mercados voluntarios fue de u$s10.000 millones totales, mientras que sólo en los años 2021 y 2022 los valores anuales fueron de u$s2.000 millones anuales, lo cual muestra su crecimiento. El valor de los mercados casi se cuadruplicó en 2021 y 2022 impulsado principalmente por proyectos del sector forestal y del agro, usualmente conocidos como Soluciones Basadas en la Naturaleza.
“Argentina tiene un gran potencial de no solo cumplir sus compromisos internacionales mediante mecanismos trazables, sino de ser proveedor de reducciones de emisiones al mundo. Si en Argentina se desarrollaran y certificaran proyectos de captura y reducción de emisiones en sólo el 10% de la superficie agropecuaria y forestal del país, podría estimarse preliminarmente que la comercialización de los certificados/créditos de carbono generados por estos proyectos podría representar ingresos totales por entre u$s10.000 y u$s14.000 millones”, agregó el directivo. Esas cifras representan entre u$s250 millones y u$s350 millones anuales.
“Si este cálculo se lleva al 50% de la superficie agropecuaria y forestal, representaría entre u$s1.100 y u$s1.750 millones anuales, lo cual puede asimilarse a los ingresos generados por los complejos productivos minero y de la carne y cue ros”.
Actualmente existen al menos 170 tipos de tecnologías para generación de créditos de carbono a través de la captura y reducción de emisiones, tanto del sector forestal y del uso del suelo, como de los sectores de las energías renovables, la eficiencia energética, los hogares y comunidades, la producción industrial, el transporte, la gestión de residuos y la agricultura.
Los mercados de carbono son un mecanismo de reducción de emisiones mediante la gestión privada principalmente, utilizando mecanismos de mercado. No requiere de inversión o financiamiento público, pero sí requiere que el Estado pueda garantizar las condiciones para que el sector se desarrolle. “Una apertura a los mercados internacionales de carbono permitirá inversiones para implementar este tipo de proyectos en diversos sectores productivos del país”, concluyó Cano.