Dicen que aparecieron personas que se llevaron grandes cantidades para revender al doble y al triple e incluso para mandar a Bs.As. En otras bocas de expendio directamente no tienen el producto y aguardan que les llegue la semana que viene.
Con el incremento de los casos de dengue en Mendoza y en el país, la demanda de repelentes para protegerse de las picaduras de los mosquitos ha ido in crescendo en los últimos meses, lo cual a provocado que en algunas bocas de expendio no se encuentre el producto y que en otras, se haya tomado la decisión de racionar para que todos puedan tener acceso.
Es el caso del panorama que presenta por estos días nuestra provincia donde algunos mayoristas han puesto un tope a la venta y otros directamente están a la espera de que les llegue . “Se nos acabaron. Supuestamente nos van a llegar la semana que viene. No sabemos si van a cumplir y si es así a cuánto van a llegar”, destacaron al Post desde una de las empresas ubicadas en Guaymallén.
Por otra parte, un reconocido comercio ubicado en el departamento de Godoy Cruz, tomó la decisión de poner un cupo de venta a los clientes interesados en comprar repelente para mosquitos. “Empezamos a ver que venía gente que no nos compraba nunca; revendedores básicamente, que se querían llevar 100 cajas . Vimos que algunos compraban en cantidad y después revendían al doble o al triple de lo que nosotros lo vendemos”, señalaron.
“Entonces decidimos bajar el tope para que alcance para todos”, porque además, nos estaban dejando sin stock. Lo que pasas es que ya prácticamente no hay producto hasta el año que viene. Los repelentes; los aerosoles, se compran en julio-agosto, que es la pretemporada para tenerlos disponibles a partir de noviembre. Es la temporada de OFF y Rai. Ahora estamos ya sin temporada. Tenemos que esperar hasta julio para volver a comprar. Todo lo que nos está quedando es lo que compramos el año pasado”, dijo el responsable del mayorista.
Agregó que incluso, algunos compraron para mandar a Buenos Aires. “Era gente que no nos había comprado nunca. Entonces pusimos el tope de dos cajas o de una caja, dependiendo de cuál fuera el cliente, para que nos alcance para todos y que no se abusen con los precios”. Respecto al consumidor final, remarcó que “no hace falta en una casa tener cinco repelentes porque ahora, cuando empiece el invierno, bajará considerablemente la cantidad de mosquitos”.