El ISCAMEN comenzó con la prueba en un barrio dela comuna más poblada. Así se produce la primera liberación experimental de insectos irradiados para que copulen con las hembras del mosquito aedes aegypti que contagian la enfermedad.
Si usted ve en la plaza de su barrio una camioneta del ISCAMEN (Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza) con cajas de las que salen mosquitos, no se alarme, es un ensayo de una novedosa forma de combatir la proliferación de insectos que contagian el dengue en Mendoza.
Se trata de un paso importante en el plan para frenar la enfermedad que en otras regiones del país ya es endémica. En nuestro territorio el mosquito infectado ya es autóctono, por eso se planea intentar bajar la cantidad de mosquitos que se crían e afectan en las áreas urbanas, afectando a las zonas con más concentración de personas.
Por eso el experimento comenzó hoy, martes 15, con el primer ejercicio de liberación de mosquitos machos Aedes aegypti estériles, en este caso en el Barrio La Alameda de Bermejo en Guaymallén. Vecinos de la zona confirmaron al Post la actividad que lleva adelante el ISCAMEN. La idea está basada en la técnica del mosquito estéril ya aplicado para el combate de la mosca del Mediterráneo.
Se busca que los mosquitos machos irradiados con rayos gamma copulen con las hembras y así evitar la fecundación y la consecuente disminución de la población de insectos.
Luego de las pruebas en laboratorio que resultaron exitosas ahora estos operativos de experimentación en el territorio se repetirán también en otros departamentos del Gran de Mendoza como Godoy Cruz y Las Heras, también con alta densidad de población.
La efectividad de los machos estériles
La liberación de machos estériles será útil para la realización de algunas mediciones del comportamiento de los insectos. Con este ensayo se podrá medir la longevidad (aproximadamente cuanto llegan a vivir) y su habilidad de vuelo principalmente. Se miden con trampas que recapturan una parte de los mosquitos liberados durante determinada cantidad de días y así se chequeará su utilidad.
Es una forma de medir si la irradiación les dejó algunas secuelas que puedan afectar su desempeño para competir con machos silvestres no irradiados. Si la irradiación no es adecuada, no solo se atrofian sus órganos sexuales, sino que se puede afectar a otros órganos del insecto y con ello su calidad y desempeño para encontrar y copular hembras, que es lo que se busca que ocurra.
Por cierto, hay que decir que son las hembras del Aedes aegypti las que transmiten el dengue porque se encargan de picar para conseguir la sangre con la que alimentan a sus larvas. Los machos se alimentan del néctar de flores y jugos de frutos.